Número 5
16 La ruta del volcán viviendas de tierra cruda y cocida, tan denostadas por los que no tiene patria, pero tan ricas para vivir, y también sus templos y monasterios que serán objeto de nuestra visita. Para la mejor comprensión, es recomendable abarcar con la vista el panorama unitario que for- man estos conjuntos monacales, construidos sobre una ruta comercial antigua y unida por una suerte histórica y natural MONASTERIO DE SAN JUAN EL BAUTISTA YECAPIXTLA Llegar al monasterio Cuando uno tuerce la vista hacia el oriente desde la desviación de la carre- tera Cuautla Chalco, el Volcán Popocate - petl ofrece un gran- dioso espectáculo; allí los padres agus - tinos fundaron el monasterio de san Juan el Bautista en la antigua Acapistla, hoy Yecapixtla, gran - dioso como corres- pondía a una importan - te cabecera prehispánica de tributación. Esta población se encuen- tra sobre el camino que va de Cuautla hacia Chalco sobre la desviación que se dirige a Ocuituco, Tetela del Volcán y Hueya - pan y entre las barrancas de las Ánimas, Tepanche y Atlamaxa que descienden por las laderas del volcán Popocatepetl. Rafael Gutiérrez C on es artículo damos principio a la publicación de las seis rutas de monasterios construidos en el actual Estado de Morelos, durante el siglo XVI; es mi deseo que ayude al conocimiento de nuestro Patri - monio Histórico y Cultural y que este conocimiento nos impulse a conservarlo. Corresponde a un tramo del antiguo camino que venia rodeando el volcán Popocate - petl, unía la región tlascalteca y el oriente mexicano con la región mexiquense y el occidente, de esta manera, los viaje - ros no tenían que cruzar, como ahora lo hace- mos cuando vamos hacia el norte, el actual Distrito Fe- deral. Compren- de los pueblos de Hueyapan, Tetela del Volcán, Ocuitu - co y Yecapixtla, Por estar al pie de la sierra, estos pueblos no son tan ca- lientes y es bueno visi - tarlos en tiempo cálido Estos pueblos, a pesar de los embates civilizadores del consumismo globalizante, todavía son ricos y conservan parte de sus tradi - ciones comunitarias y domésticas serranas: comida, fiestas patronales y barriales, medicina natural, iden - tidad y respeto, que los convierten en una reserva de la cultura tradicional regional. Particularmente sus
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