Número 5

21 dir a los indios para que no practicaran su cristianis - mo. Se manifiesta una suerte de competencia entre los frailes y los dioses prehispánicos por el control de los de Ocuituco. La fundación “ ... supo la Audiencia Real, que en el pueblo de Ocui - tuco había necesidad de ministros y que aquellos in - dios deseaban mucho que los administrasen religio- sos; y asi dieron licencia para que se pasasen por alli aquellos dos religiosos (Fr. Jerónimo de San Esteban y Fr. Jorge de Avila) y fundasen convento 7 ”. (36) Allí fundaron el monasterio de la Asunción quemas tarde se vino a conocer como del Apóstol Santiago. El conjunto El conjunto tiene una gran atrio donde el padre Ponce vio una cruz sobre una construcción en cuyo interior podían caber hasta 15 personas. El claustro tiene su portería tan amplia como era requerida para dar abri - go a los caminantes que recorrían esta ruta en una población de un clima frío serrano. Tiene una iglesia pequeña que ha tenido diversos periodos de restau - ración; el monasterio con sus claustros bajos acaba- dos con pintura mural de reminiscencias mudéjares, influencia que también se manifiesta en la decoración de la fuente que adorna al patio central que expresa dos profundos sentimientos agustinos: la herencia científica mozárabe del agua y el interés por evange - lizar “los peces ariscos de la misión de la mar del sur que no habían querido caer en las redes del evange - lio”. En la huerta, los frailes aclimataron las frutas de la tierra fría con las que completaron su dieta. Mientras aprenden la lengua que se habla por toda la tierra conocida, solicitan los agustinos les sea asignada tierra para evangelizar. Entonces les ha - blaron de dos provincias que todavía no habían sido 7  GRIJALVA, Fr. Juan de. CRÓNICA DE LA AORDEN DE N.P.S. AGUSTÍN EN LAS PROVINCIAS DE LA NUEVA ES- PAÑA. Editorial Porrúa: Biblioteca Porrúa No. 85. México 1985. evangelizadas: Tlapa y Chilapa donde, “Todavía vivían en la espesura de sus errores, sin que les hubiese en - trado un rato de la luz; por ser ásperas y remotas. És - tas las señaló la audiencia real para la espiritual con - quista, el P. Benerable escogió para esta empresa al padre Fr. Jerónimo, que ya se llamaba así, y Fr. Jorge de Ávila 8 , de paso, la audiencia les encomienda que en el pueblo de Ocuituco funden monasterio desde el cual misionan la región. Debió ser exitosa la misión de Ocuituco, Totola - pan y la Tlalnáhuac porque “Ordenose la junta para el día de Corpus Cristi en el monasterio de Ocuituco en el Marquesado, y diose de ello aviso a todos los religiosos para que todos concurrieran allí para aquel día 9 . Este fue el primer capítulo agustino en la Nueva España; era el día 8 de Junio de 1534. El capítulo de Ocuituco fue la primera junta que tuvo la Órden en la Nueva España; en ella se pusieron las bases para la organización misional agustina en el territorio 10 .En cuanto a la doctrina se recomienda que se use el catecismo de Fr. Pedro de Gante mien- tras se termina el de la Coruña. En cuanto a la litur - gia se respete el año cristiano y la eucaristía sea con mucho respeto, y el bautismo de niños sea una vez al año y cuatro veces con los adultos. Gerhard 11 menciona que los padres dominicos vi- sitaban esta región desde 1528, desde Oaxtepec se - guramente los pueblos serranos del actual Morelos al sur de Chimalhuacan estaban relacionados con el centro a través de Chalco. Cuando pasaron por Totolapan en su primer viaje a Ocuituco prometieron volver con motivo de la cá - lida recepción de que fueron objeto, de manera que pronto organizaron las misiones de los altos y la Tlal - 8  GRIJALVA 1985,36 9  IDEM,48 10  RUBIAL GARCIA, ANTONIO. EL CONVENTO AGUSTI- NO EN LA SOCIEDAD NOVOHISPANA 1533-1630 ED. U.N.A.M. MEXICO 1989 P. 45 11  GEOGRAFIA HISTORICA DE LA NUEVA ESPAÑA. ED. U.N.A.M. 1519-1821

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