Número 6
22 Ferré haya recurrido a un artilugio que legitimase su exposición crítica, la de citar al mismo Paz: “El espí - ritu crítico es la gran conquista de la edad moderna. Nuestra civilización se ha fundado precisamente so - bre la noción de crítica; nada hay sagrado o intocable para el pensamiento excepto la libertad de pensar.” 1 ¿Cómo resolver el asunto de la pertenencia cultural de un intelectual? Entre la adscripción y la autoadscripción, que no necesariamente son incom - patibles, ya que a veces son fecundamente comple - mentarias, Ferré privilegió tomar como punto de partida la segunda, la cual se convertiría en eje de sus reflexiones y juicios. Reparó que el poeta y ensayista, gustaba de colocarse en el terreno mismo de la am- bigüedad discursiva, en la liminaridad de una identi - dad anclada en diversas fuentes culturales, fundadas en su itinerario vital. Su quiebre político frente a la izquierda comunista fue muy sentido y se tradujo en memoria, crítica de lo oculto, pero también opacidad u olvido de algunos hechos y figuras. La clave para Ferré de la autoadscripción del autor de El laberinto de la soledad , la encontró en el orden mismo de la enunciación de sus marcas identitarias, algo más que una valoración hubo en ello: “Yo no soy protestante, y mis raíces están en el barroco español [sic], en el romanticis - mo y el surrealismo, yo no miro hacia Roma sino… no sé hacia el México antiguo, hacia Fourier, hacia el “ninguna parte” de la India. No busco una religión sino lo que está detrás o antes de las religiones.” 2 Ferré objetó la manera en que Paz interpretó la obra de Sor Juana Inés de la Cruz, apoyándose en los juicios críticos contenidos en la obra Buena fe y hu- manismo de Sor Juana de Tarcisio Herrera. Al decir de Ferré, Paz parafraseaba sin rigor los comentarios de Frances A. Yates, historiadora inglesa incluidos 1 Citado por Ferré D’ Amaré, Ricardo, “Claude Lévi-Strauss y Octavio Paz”, en : Palabras devueltas de Jesús Jáuregui e Yves- Marie Gourio, INAH-CEMCA/IFAL, México, 1986, p.213. 2 Citado en Ibíd., p.213. en su libro Giordano Bruno y la Tradición Hermética , para explicar las ideas de Sor Juana. Giordano Bru - no (1548 - 1600) Y Sor Juana (1651-1695) no fueron coetáneos independientemente de que la tradición hermética de algún modo los aproximase. Ferré veía en Octavio Paz a un ideólogo de la criollidad cultural reaccionaria que socavaba las bases de la nativiza - ción mestiza. Más allá de reconocer la calidad de Paz como poeta y ensayista, Ferré advertía con preocu - pación el uso que el poeta hacía del lenguaje como marca de distinción cultural con fines ideológicos y políticos. La celebración del ensayista del idioma de Cervantes y su defensa en el contexto mexicano, afir - mó su criollidad frente al legado colonial, incluido el barroco. Paz, desde su mirador cosmopolita occidental, reivindicó el descubrimiento, encuentro o Conquis - ta de América, como quieran calificarlo, porque fue fértil en acontecimientos. Paz recreó ficcionalmente el proceso de Conquista de México e invirtió la iden - tidad de los dominadores y dominados, con la inten - ción de nutrir su hispanismo criollo: “Imaginemos por un instante que no son los españoles los que desembarcan en Veracruz una mañana de 1519 sino que son los azte - cas los que llegan a la bahía de Cádiz. Axa - yácatl, el capitán tenochca, rápidamente se da cuenta de las disensiones que dividen a los andaluces; se entrevista en secreto con el conde don Julián y se alía con él; seduce a su hija, Florinda la Cava, la convierte en su barragana y en su agente diplomático; tras una serie de maniobras audaces y de comba - tes conquista Jerez, Sevilla y otras ciudades; los jefes aztecas ordenan la demolición de las catedrales y levantan sobre ellas majes - tuosas pirámides; se sacrifica a los guerreros españoles vencidos (así se les diviniza y se distribuyen sus mujeres entre los conquis - tadores; sobre las ruinas de Sevilla se funda Aztlán, la nueva capital de la Bética; los sa - cerdotes aztecas convierten a la población
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