Número 6

29 Ascenso del intelectual a la práctica de una Ciencia Social crítica y el llamado “patrimonio cultural” bemos de esta polémica que ha ocupado parcial o totalmente a múltiples investigadores en la Ciencia Social, y que ha efectuado incluso, el disenso entre escuelas de pensamiento enteras. La preocupación por la distinción entre el quehacer científico y los va - lores es un tópico que por su real omnipresencia, es tratado y asumido tácita o explícitamente por casi todo intelectual, por toda posición teórica, corriente de pensamiento, “paradigma”, programa de investi - gación o visión del mundo. Los intelectuales de la Ciencia Social en el Capita - lismo, siempre se han debatido en la práctica, entre su condición de sujeto, su orden biográfico, así como su adscripción a grupos sociales y campos prácticos específicos, fundamentalmente frente a su condición respecto a las clases sociales. En su momento Gram - sci (1986) por ejemplo, apostó por diferenciar a esos intelectuales orgánicos de la intelligentzia que toman partido por el principis (emperador), en distinción de los que lo hacen por el populi (pueblo). Cuestiones como la verdad , lo válido , lo bello , lo bueno , lo correcto , lo legal , lo legítimo , lo factible ; es como “libertad de valores”, “neutralidad valorativa” o “des- vinculación axiológica” (Adorno et al. 1973:105, N. del T.) Raúl Francisco González Quezada T odo sujeto para la realización de cualquier activi - dad precisa de la razón, sin embargo, en aquellos casos en que la razón se convierte en herramienta fundamental, el trabajo del sujeto se convierte en uno de carácter intelectual . Los intelectuales en su calidad de contenido, son aquellos sujetos cuya he- rramienta de trabajo fundamental es el uso siste- mático y esencial de la razón . Si bien el intelectual formalmente investiga, escribe ensayos, imparte conferencias, eventualmente participa de guiones museográficos y materiales para la denominada “di - fusión” hacia sujetos no especializados; lo que hace en esencia un es el uso de la razón como medio entre la realidad y su fuerza de trabajo. La tradición del pensamiento intelectual que he - mos heredado desde Europa ha dividido instrumen - talmente el quehacer científico en lo Social y en lo Natural, aunque esto sea sólo un ardid metodológico de acceso a dimensiones manejables en la investiga - ción. Mientras que en la llamada Ciencia Natural el in - telectual se ve escasamente compelido a la reflexión sobre las implicaciones ético-políticas se su diario acontecer, en la Ciencia Social esto es un problema permanente, derivado de la inmediatez de objeto de estudio con la toma de decisiones donde el día a día de mucha gente se ve implicado. Es quizá, desde la propuesta de la llamada “neutralidad valorativa” de la Sociología propuesta por Max Weber 1 , que sa - 1 La expresión de Weber Wertfreiheit, puede ser traducida Until lions have their own his - torians, histories of the hunt will glorify the hunter. Proverbio Africano

RkJQdWJsaXNoZXIy MTA3MTQ=