Número 6

57 tal y permitía a los policías acusados de violar los derechos humanos seguir en el cargo sin sanciones. En esa ocasión, el Sindicato de Trabajadores de la Chiriquí Land Co. (SITRACHILCO), de la transnacio - nal norteamericana United Brands (Chiquita), y los sindicatos de las bananeras independientes, convo - caron una huelga en la región de Changuinola, pro - vincia de Bocas del Toro. En aquella ocasión la mo - vilización fue duramente reprimida, acosta de diez muertos y centeneras de heridos, pero no pudo ser derrotada. Por el contrario, desembocó en la pri- mera huelga general nacional de la última década. La ley tuvo que ser parcialmente derogada. De más está decir que la dureza de aquella re - presión, en la que la policía disparaba perdigones a la cara de los o breros bananeros, la mayoría de la etnia Ngabe-Buglé, hubo unos cincuenta lesiona - dos en la vista, se traslució con claridad la actitud racista del propio Martinelli, su ministro de seguri - dad pública, José Raúl Mulino, y los jefes policiales. Incluso en conferencia de prensa, el presidente y su ministro, llegaron a hablar despectivamente de que el movimiento estaba compuesto por “indios borrachos” y otras expresiones inaceptables, que en cualquier país civilizado hubieran significado la destitución y enjuiciamiento de ambos por racismo y violación de los derechos humanos. La lucha contra la minería en 2011 El segundo momento de lucha del pueblo Ngabe-Bu - glé fue en enero-febrero de 2011, cuando el gobierno intentó imponer un nuevo Código Minero que facili - taba la exploración y explotación minera en todo el país, e inclusive la participación en el negocio mine - ro de empresas estatales (coreanas y canadienses), algo que prohíbe la Constitución Política. Al igual que ahora, decenas de miles de indígenas de la etnia, convocados por la Coordinadora de Lucha, bajaron a la Interamericana y la cortaron por varios días y, ante el repudio que había recibido el gobierno por la re - presión de 2010, Martinelli se vio obligado acceder, derogando el Código Minero y firmando un acuerdo por el cual se comprometía a suspender toda explo - tación minera e hidroeléctrica en la comarca, en par - ticular del yacimiento cuprífero de Cerro Colorado en el que habitan miles de familias. El gobierno tuvo que negociar y pactar con el movimiento. Aunque reprimió acciones de solidari - dad en Panamá y arrestó y expulsó del país a los pe - riodistas españoles Paco Gómez Nadal y Pilar Chato. Nuevamente la lucha contra la minería en 2012 En febrero de 2012, nuevamente convocados por la Coordinadora de Lucha, miles de personas salie - ron de las comunidades comarcales para cortar la Interamericana ante la pretensión del gobierno de revivir el Código Minero, sin incluir el artículo 5, en el que se pactó la prohibición de minas e hidroeléc - tricas en la comarca. Durante seis días se mantuvo cortada la carretera, en varios puntos del occidente del país, quedando varados centenares de camio - nes de carga, pasajeros, quedando desabastecida la ciudad de Panamá de productos agrícolas y la pro - vincia de Chiriquí de combustible. Para justificar la represión, tanto el gobierno panameño como el de Laura Chinchilla de Costa Rica, falsearon los hechos para insinuar que los indígenas hab ían secuestrado a turistas de aquel país, quienes en realidad queda - ron varados en la carretera. Para preparar la represión, que finalmente se desató el domingo 5 de febrero al amanecer, se cor- taron dos días antes las comunicaciones con la zona del conflicto, se cercó el área y se prohibió llevar agua y alimentos a quienes protestaban, pese a que había familias enteras con niños pequeños, se ne - garon a enviar emisarios al diálogo mediado por la Iglesia católica, y se lanzó una campaña mediática para culpar al movimiento de las grandes pérdidas económicas. Pese a ello, el gobierno no ha logrado su propósito, pues desde la tarde del domingo se desataron marchas y protestas de solidaridad, tan - to en la ciudad de Panamá, como en Colón y Chan - guinola, donde los sindicatos amenazan con otra huelga. Así como cortes de apoyo de otras etnias

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