Número 6
7 el ideal a realizar por un aglomerado de consumidores desclasados, apátridas y apolíticos. Se pretende que el mundo que ofrece la mundia - lización neoliberal en sus variantes estadounidense y europea sea el único posible, sin alternativa viable, y que la única opción realista debe ser el conformismo social y la resignación política. El cultivo del confor - mismo y la resignación para los explotados ha sido un propósito estructural bastante añejo por parte de los detentadores del poder económico y político. Para eso se han generado o incentivado institucio - nes alienantes y se han modelado los procesos de escolarización. Sin embargo, algo ha cambiado con la mundialización neoliberal: la capacidad tecnológica creciente para uniformizar y arrullar conciencias. Pese a esta maquinaria cultural, ideológica y po - lítica desplegada por las fuerzas del mercado y sus asociados en el Estado y los poderes fácticos, tiene lugar en el ámbito planetario —y también en nues - tro país— la resistencia de los explotados: pueblos originarios, afromexicanos, mujeres, homosexuales, jóvenes, obreros, campesinos y aun sectores inter - medios que conforman el pueblo nación, incluyendo ecologistas, se manifiestan contra los efectos depre - datorios del neoliberalismo. En cada uno de nuestros países latinoamericanos han ido constituyéndose los pueblos-nación a través de la participación de los distintos agrupamientos étnico-clasistas, objetivamente explotados y oprimi - dos, en las respectivas contiendas independentistas, Ilustración de Idroj Sanicne
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