Número 12
24 dolas en agua y tamizándolas, formando “panes” que se dejan secar, como es el caso de Chiapa de Corzo. La calidad de las tierras determina a su vez, en conjunto con el tipo de aceite empleado y la técni- ca misma de aplicación, la calidad del trabajo final, la duración del laqueado y la impermeabilidad de la pieza. Los aceites pueden ser de origen animal o vege- tal. En Chiapas y en Michoacán se continúa usando el axe, obtenido de un insecto, en tanto que los aceites de origen vegetal son principalmente de chía y de li- naza. Este último es ahora el de mayor uso debido a su facilidad de obtención y su bajo costo, en detri- mento de la permanencia de la capa de laca. Hasta hace poco tiempo se utilizaba también el aceite de chicalote, pero ha caído en desuso. La función de los aceites es fundamental en la permanencia de la capa de laca, ya que produce reac- ciones químicas de polimerización que favorecen el endurecimiento, la impermeabilización y el fijado de las capas sobre el objeto que se decora. Describiremos brevemente el rayado, una de las técnicas que persiste únicamente en Olínalá, sitio de donde probablemente procede la vasija aquí descri- ta, aunque en la época prehispánica eran varias las comunidades que realizaban este tipo de trabajo. El rayado permite que el dibujo quede en relieve y contraste con la capa profunda, contraste que se acentúa cuando ésta tiene un color diferente al de la capa externa. El proceso de decorado, en el caso de la jícara que nos ocupa, sobre un fruto, se inicia con la aplicación de la sisa, preparación compuesta de aceite con la adición de las tierras llamadas tecoztle y tóctel. Esta masa se aplica uniformemente con una cola de venado y luego la base resultante se asienta con una piedra lisa o bruñidor para lograr su pene - Técnica del rayado en la vasija de Ticumán y en vasijas actuales de Olinalá
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