Número 14

16 sentirse representados, por ejemplo, una variante de la demanda histórica que se exprese en la consigna: “paz, pan, trabajo y patria”. La incorporación de los jóvenes agrupados en el movimiento #YoSoy132 en iniciativas estratégi - cas como ésta, con la inventiva y persistencia que han imprimido a sus acciones contra la imposición y en contra de la reforma laboral, será fundamental para la creación de un polo opositor anticapitalista que realmente transforme nuestra realidad nacio - nal. Aquí es importante reconocer la incapacidad de la izquierda social para encontrar formas que tras - ciendan los estrechos márgenes de un activismo defensivo y reactivo, sin perspectivas estratégicas, a la saga de las luchas espontaneas y sin la suficien - te fuerza para contener agresiones directas como la reforma laboral. El movimiento indígena, además de los enormes esfuerzos que dedica a fortalecer sus procesos auto - nómicos y a defenderse de la contrainsurgencia, el crimen organizado, la invasión de las corporaciones mineras, turísticas y de otra naturaleza, deberá reor - ganizar el Congreso Nacional Indígena y otras formas organizativas que permitan su participación activa en un programa nacional de lucha de los explota - dos mexicanos. La articulación con luchas nacionales debe lograrse, sino se corre el riesgo de ser aniquila - do por las fuerzas represivas del Estado, la invasión de las corporaciones, que incluyen el narcotráfico, o el desgaste del propio movimiento que lleve a con - tradicciones internas insuperables. Asimismo, el movimiento nacional anticapitalis - ta deberá dar importancia fundamental al estudio, la preparación, lo que los antropólogos hemos llama - do “fortalecimiento del sujeto autonómico”, a partir de talleres, conversatorios, intercambio de saberes, círculos de estudio, que desgraciadamente fueron

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