Número 14
32 La visión crítica del humor: Los Moneros y la Ley Federal del Trabajo Xóchilt Zambrano Bernal C uenta un dicho popular que “ entre broma y broma… la verdad se asoma ”. La caricatura política como género visual surgió en el seno de la prensa gráfica en el curso del siglo XIX y se de - sarrolló en el siglo XX hasta trascender sus límites formales gracias al cine, la televisión y la Internet. Es a partir de esta última que adquiere una ma - yor difusión y por ende un mayor impacto en la opinión política de un sector de la población; sin embargo, recordemos que no todo México cuenta con acceso a Internet. Para los “moneros” su fundamento es el humor popular. La viñeta elaborada por el caricaturista, “cartonero”, “monero” o como gustemos denomi - narlo, se legitima en el espacio público si suscita risa cómplice. Humor e idea crítica se acoplan bien en la viñeta para lograr el sentido y efecto deseado entre sus veedores. Enfocados particularmente en la Reforma La - boral, aprobada recientemente por la Cámara de Diputados, se tiene material gráfico de sobra para apreciar varios elementos significativos. Cada monero tiene un estilo particular para transmitir su idea, tanto de manera visual como en cuanto al uso de argumentos o frases clave para darle el sentido y el enfoque que desee. Respecto a las viñetas, caricaturas o “carto - nes” –éste último término procede del inglés “ car- toons ”- se tienen dos características principalmen - te: en primer lugar el elemento visual que además de resultar “ chusco ” o gracioso, también es en sí un argumento sintetizado. Es decir, es más sencillo de leer y de entender para el lector, además de ser me - morizado con mayor facilidad, permitiendo que el discurso emitido por el monero sea transmitido sin una idea intermediaria, pero al mismo tiempo y con la ayuda del humor, facilita al lector el dar su propia opinión respecto al discurso que se le transmite. En segundo lugar está el uso de elementos sim - bólicos en viñetas o cartones, que además permi - ten asociarlas con la vida cotidiana. Un ejemplo es la incorporación de elementos grotescos como una representación de lo “malo”: en el caso de las cari - caturas alusivas a la Reforma Laboral, los líderes po -
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