Número 15
25 Imagen tomada de página web de la Comisión Fe- deral de Electricidad. vencialidad por un lado, y una tecnología de alta ener- gía por el otro”. I, Illich. 5 Pero mantener y mejorar la productividad agrícola de los campesinos del Oriente de Morelos no es el único modelo de desarrollo posible y acorde con los principios illichianos mencionados en el epígrafe. Si se desea impulsar a la industria en la región es factible, gracias al avance de las tecnologías gene - radoras de energía renovable, producir energía eléc - trica mediante parques solares y eólicos. Un parque solar, como el proyectado en la región de Filabres, en Almería, España generará, en 800 hectáreas, elec - tricidad para 320,000 personas (cantidad solo supe - rada por el parque solar desarrollado en Arizona). La inversión será similar a las de las termoeléctricas proyectadas (de 700 millones de euros) por el gobier - no de Morelos y se requerirán sólo 400 trabajadores para construirla y 50 para mantenerlo en funciona - miento. Dicho parque solar, asimismo, dejará de emi - tir 90 mil toneladas de CO2. Un proyecto de este tipo puede, en Morelos, acompañarse de un parque eólico (pues en el Oriente de Morelos hay un corredor con vientos sostenidos), el cual puede proporcionar otra buena cantidad de energía. Dichos proyectos quizás no generarían tan - ta electricidad como las termoeléctricas proyectadas por el gobierno actual e implicarían, por tanto, que la población aprendiese a ahorrar energía y tuviese una vida más sencilla, pero agradarían a los pueblos ahora en pie de lucha y ¡no requieren del cuestio - nado gasoducto! Además, tienen la ventaja de que sus insumos son el sol y el viento (es decir, insumos gratuitos y que en esta parte del mundo poseemos en abundancia). Las celdas fotovoltaicas, además, pueden fácil y rápidamente colocarse en los techos de las casas morelenses, convirtiendo a cada una de ellas en una planta generadora de energía. La energía obtenida de la manera antes descrita 5 Illich, I. (1974), Energía y equidad , Op. Cit. puede permitir iniciar el desarrollo, en la región, de empresas que apunten en la dirección de la sosteni- bilidad (empresas productoras de celdas fotovoltai - cas, de aerogeneradores, de calentadores solares de agua, etc), así como el establecimiento de escuelas que formen a los técnicos especializados en su cons - trucción y mantenimiento. Al fin y la cabo, las cel - das fotovoltaicas se fabrican fundamentalmente con arena (silicio) y los aerogeneradores no son sino el refinamiento de un artefacto bastante conocido por nuestros mecánicos. Un desarrollo de este tipo permitiría, además, colocar al Estado de Morelos a la vanguardia de la producción de electricidad mediante energías reno- vables en México y de tal manera, así lo considero, permitiría vislumbrar un mejor futuro para todos, uno que sería perfectamente acorde con la “nueva visión” que el recientemente electo gobernador de Morelos ha vislumbrado y que, como anteriormente indiqué, le ahorraría un conflicto con los pueblos de Morelos, Puebla y Tlaxcala. Sinceramente pienso que sería más sencillo con - vencer a las empresas españolas referidas de cam - biar su propuesta y solicitar que sean ellas mismas
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