Número 16
14 estaba complicando y que apuntaba a centrarse en la temática socio-económica fue revertido en menos de una semana. Aparentemente el sale fortalecido de este enfrentamiento y los partidos de centro muy debilitados. Claro está que es muy temprano y queda por ver si la escalada bélica concluye hoy o mañana en un acuerdo de cese de fuego o si se complica ha - cia una guerra terrestre, en ambos casos los sucesos pueden remover nuevamente el escenario político. La población en las ciudades y localidades de sur-oeste de Israel son mayormente trabajadores asalariados de bajos ingresos o de clase media baja. Es una población supuestamente muy interesada en un cambio de agenda socio-económica, con mucho resentimiento hacia los sucesivos gobiernos que la han descuidado. Sin embargo, al momento en que caen los misiles, en que sus vidas son amenazadas en sus propios hogares, las consideraciones econó- micas pasan a un segundo plano. Algunos también son conscientes de las capas más profundas del con - flicto palestino – israelí. Más de la mitad de la gente de Gaza son descendientes de palestinos que fueron desplazados en 1948 y poco después de toda la re - gión que va desde la ciudad de Jaffa (sí aquella don - de se desarrolló la manifestación interrumpida por el misil) hacia el sur-oeste. Estos refugiados palestinos residen hasta el día de hoy en lo que fueron cam - pamentos y son hoy barrios muy pobres, hacinados, en la Franja de Gaza. El trauma de 1948 no ha sido superado por la simple razón que dese entonces no han tenido ni oportunidades de recuperarse, ni de superar el enfrentamiento con Israel. El ejército israelí ocupó Gaza muy brevemente en 1956 y lue - go en 1967 hasta 2005. En esos 38 años la población estuvo bajo ocupación militar, plena de revueltas y represiones. Los palestinos tuvieron eso sí más opor - tunidades de trabajo al incorporarse al emergente mercado israelí, aunque siempre como obreros ma- nuales mal pagos en inferioridad de condiciones. Las paradojas de las relaciones: decenas de miles de pa - lestinos en Gaza provienen, por ejemplo, de Majdal una ciudad palestina de la que fueron evacuados al crearse el estado de Israel y en la cual Israel pobló con inmigrantes pobres en la década del 50 rebau - tizándola con el nombre bíblico de Ashkelon. Lue - go en los 70 al modernizar sus ciudades y resolver los problemas de vivienda de los inmigrantes pobres de las décadas anteriores muchos hijos de refugia - dos palestinos de 1948 regresaron a las localidades de sus padres como obreros de la construcción. No hay edificio construido en Ashkelon, en Ashdod o en Beer Sheva entre 1970 y 1990 que no haya sido cons - truido por obreros de Gaza. Y hoy, entre otros son los nietos de los desplazados de esos lugares y los hijos de aquellos obreros de la construcción los que dirigen sus misiles hacia Ashkelón y Ashdod. Y son los hijos y nietos de inmigrantes pobres que poblaron esas ciudades y otras quienes pagan el precio por el irresuelto conflicto de 1948, y es su indignada reac - ción la que rebota en la forma de los bombardeos israelíes de Gaza sembrando más odios, más cuentas abiertas y más desesperanza. En enero de 2009 me encontré en una situa - ción parecida, explicando a hispano-parlantes lo que sucedía en la operación plomo-fundido. Hoy leo lo que dije y escribí entonces y lamentablemente sigue siendo muy actual. Y quiero repetir: contrariamente a lo que divulgan voceros de la propaganda israelí en el exterior, criticar al gobierno de Israel y su po - lítica no es ser anti-semita. Por el contrario, si no se cae en las generalizaciones típicas del antisemitismo y no se confunde al gobierno israelí con “los judíos”, al criticar duramente a la política bélica y la lógica colonialista dominante en Israel se está contribu - yendo a la posibilidad de un futuro cambio hacia un futuro de paz y convivencia entre iguales para pales - tinos e israelíes, futuro sin el cual la mera existencia de ambos seguirá cuestionada. Flaco favor hacen a los judíos-israelíes quienes ahorran sus críticas a los gobernantes de Israel y quienes no alzan su voz para reclamar por el derecho palestino a independencia y soberanía y el derecho de ambos pueblos a vivir en paz en fronteras reconocidas. www.geopolitica.ws
RkJQdWJsaXNoZXIy MTA3MTQ=