Número 16

3 Foto de Miguel Dimayuga der Ejecutivo Federal, se cumplieron. No constituye un retorno más, considerando los acuerdos entre la administración panista saliente y la de Peña Nieto. Este retorno recupera el legado del PRI salinista, tan - to por su vocación neoliberal como por sus prácticas autoritarias. Su delincuencial modus operandi , que los adultos mayores mexicanos conocemos por ha - ber vivido el régimen de partido de Estado, permea todos los actos de provocación, represión y graves violaciones a los derechos humanos y constituciona - les que marcaron los acontecimientos del 1° de di- ciembre del 2012, fecha en que Felipe Calderón, con - siderado el asesino serial más peligroso del México contemporáneo, entregó el poder en la madrugada de ese día, cuando Enrique Peña Nieto tomó control de las fuerzas armadas y el aparato de seguridad del Estado, antes de rendir la protesta de ley en la si - tiada sede de la Cámara de Diputados. El operativo policial y parapolicial jugó el papel de convertir la legítima y legal protesta contra la imposición, en un acto vandálico que la dictadura mediática trasmitió inmediatamente en los medios masivos de comuni - cación, y que recordó a las innumerables veces en que provocadores infiltraron a los manifestantes para “justificar” arbitrarias e ilegales detenciones de decenas de personas que obviamente no participa - ron en las rupturas de cristales, daños al mobiliario urbano y saqueos a comercios llevados a cabo por los muchachos del nuevo Secretario de Goberna - ción y su flamante subsecretario Mondragón, con la complicidad de Marcelo Ebrad, el democrático Jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Los acuerdos políticos firmados por Jesús Zambrano con Peña Nie - to, que denotan el colaboracionismo de la corriente hegemónica del PRD, tienen su fundamento en las estrategias autoritarias y de provocación de los actos represivos del 1° de diciembre y sus secuelas de heri - dos, torturados, detenidos y criminalizados. Lo diferente a las siete décadas que caracteri - zaron al régimen priista del pasado, es que ahora la reacción de la sociedad civil y de los pocos medios de comunicación que no acatan las órdenes del Po- der, junto con los medios alternativos, rápidamente desenmascararon la maniobra policiaco-militar con la que se inicia el sexenio de quien afirma, será “un presidente democrático”. Desde esta tribuna de la Corriente Crítica de los Trabajadores de la Cultura, expresamos nuestra solidaridad con los heridos y detenidos en tan lamentables sucesos, exigiendo la reparación del daño, la libertad de todos los dete- nidos y el cese y consignación de todos los funcio - narios federales y del Distrito Federal que participa -

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