Número 18

6 Dos imágenes son suficientes Arqlga. Silvia Garza Tarazona 1 L a primera imagen, en dirección al este, está tomada desde el interior de la Estructura VIII de la Acrópolis de Xochicalco y al fon - do se puede apreciar la punta del cerro El Jumil. En la base de la habitación ubicada al fondo de la edificación, se ven dos piedras en el suelo que sostendrían el monumento que los Xochicalcas crearon para dar legitimidad a su pueblo, como hijos del sol, el mal llamado “Señor de Rojo”. Entre los últimos días de octu - bre y los primeros de noviembre, el sol forma un haz de luz que aso - ma por el lado izquierdo o norte de la peña de El Jumil, y al salir marca una línea a lo largo de todo Xochi - calco, que pasa por encima de la Pirámide de las Serpientes Emplu - madas y a lo largo de todo el cen- tro de la Acrópolis en su Estructura VIII. Ese trazo coincide justamente con la línea media de la fotografía. Es decir, la peña de El Jumil cons - tituye una estructura referencial astronómica de crucial importan- 1  Crédito de imágenes: Garza, Silvia y Norberto González (2004). “Un mar- cador en Xochicalco”, en Homenaje a Jaime Litvak , coordinado por Antonio Benavides, Linda Manzanilla y Lorena Mirambell, Colección Científica 458, pp.195-203. INAH, México. cia en el trazo arquitectónico de la ciudad de Xochicalco. La línea de luz procedente de El Jumil en las fechas referidas secciona con exactitud los más importantes y antiguos edificios de Xochicalco, fundacionales de la ciudad: la Acrópolis y la Pirámide de las Serpientes Emplumadas. En la segunda fotografía, se destaca sobre la imagen anterior la ubicación original donde debió estar emplazado el referido monu - mento del “Señor de Rojo”, figura emblemática de Xochicalco, mar - cador solar en forma de árbol con sus raíces y ramas, y cuyo gran fru- to es el sol.

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