Número 20

42 ría la de servir de espacio festivo, de periódico lugar de baile. 15 El moralismo de las corrientes anarquistas fue en este caso, como en muchos otros, contrario a las prácticas culturales de las clases subalternas. En noviembre de 1915 se hizo pública y definiti - va la ruptura entre Moncaleano y Ricardo Flores Ma - gón. El libertario colombiano se pensaba como un cuadro profesional de tiempo completo entregado a la causa de la Idea y como tal, debía ser subsidiado con los magros fondos de Regeneración . Moncalea- no ofrecía a cambio, multiplicar la redacción de artí - culos para el periódico revolucionario. Tal punto de vista fue considerado inaceptable por Flores Magón. El texto de ruptura de Ricardo Flores Magón es durísimo, lo acusa, además de pederasta, de escritor incompetente siguiendo el juicio de Blas Lara y de Teodoro M. Gaitán, fuera de faltar a la verdad por - que nunca recibió tal oferta de parte de Blas o de Teodoro. En palabras del líder del PLM se dijo: “¿con qué dinero se iban a pagar los gastos de semejante servicio, cuando el periódico vivía, como siempre, en medio de las mayo - res dificultades? En realidad, nunca se propuso tal cosa a Moncaleano. Suponiendo que no fuéramos honrados en nuestras informaciones, que retamos a cualquiera que nos lo pruebe, no existió nunca la necesidad de tener que encomendar a un pelagatos la tarea de con- feccionar noticias revolucionarias. Revísese con cuidado la colección de Regeneración y se podra ver si alguna vez ha existido la ne - cesidad de inventar noticias. Siempre se ha dicho de qué periódico se toman, para que los que tengan dudas, busquen esos perió - dicos que, por lo demás, es fácil encontrar, porque siempre nos referimos a su fecha y lugar donde se publica.” 16 15  Araiza, 1965, III:14-17 16  Flores Magón, 1915: 1-2. La vida de Moncaleano deja muchas pistas a se - guir. En uno de los ventanales de la COM rememora - dos por Araiza se leía “Unión Instructiva de la Mujer Obrera por Obreros”, 17 huella ideológica de esta co- rriente en la que Moncaleano y su compañera deja - ron huella indeleble. 17  Soto, 2000:119 Fuentes: • Araiza, Luis, 1965: Historia del Movimiento Obrero Mexi- cano , Editorial Cuahtémoc, México. • Flores Magón, Ricardo, “¡Alto Ahí!”, Regeneración , No. 214 del 27 de noviembre de 1915, pp. 1-2 • García Cantú, Gastón, 1969: El socialismo en México Si- glo XIX , Ediciones Era, México. • INEHRM, Diccionario histórico y biográfico de la Revolu- ción mexicana. Tomo VIII: Sección Internacional , Instituto Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexi- cana, México, 1994. • Moncaleano, Juan Francisco, “Ricardo Flores Magón en la Prisión”, Regeneración, no. 105, 31 de agosto de 1912, p. 1. • __________ La Guacamaya, del pueblo y por el pueblo, núm.8, 1912, p.2 • Muñoz Cota, José, 1967: Querétaro Sinaí en llamas. La Constitución de 1917 , Costa–Amic Editor, México. • Rojas, Antonio S., “Un hombre de carácter”, Regenera- ción, no. 109, 28 de septiembre de 1912, p. 1. • Ruíz, Vicki y Virginia Sánchez Korrol, Latinas in the Uni- ted States: a historical encyclopedia, Vol. 1, Indiana Univer- sity Press, 2006. • S. B., “Luz”, Regeneración, no. 107, 14 de septiembre de 1912, p. 2. • Soto Martínez, Adriana, 2000: Las mujeres en el Imagina- rio Anarquista , Tesis de Maestría en Psicología Social de Grupos e Instituciones, UAM-Xochimilco. • Villanueva Martínez, Orlando et al. 1992: Biófilo Placasta El eterno prisionero. Aventuras y desventuras de un anar- quista colombiano, Ediciones Proyecto Cultural “Alas de Xué”, Colombia.

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