Número 25
29 ¿Qué les pasa a los maestros? Paulina Candia Gajá T rabajo cerca del Zócalo en el Centro Histórico de la Ciudad, como muchos de ustedes, he sido testigo de las movilizaciones y actos de protesta que han realizado en los últimos días los profeso - res de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE). He leído los periódicos y artículos de opinión, he visto las noticias en varios canales televisivos, pero hasta hace poco, seguía sin comprender completamente la naturaleza y razón de las demandas de esta organización de maestros. Voy caminando por las calles del Centro y de - cido preguntarles directamente a ellos para qué están luchando. Me acerco a las casas de campaña y le pido a “Javier”, un maestro de la Sección 22 de Oaxaca, que me hable sobre sus demandas. Hay muchos profesores en ese lugar, con pequeñas ca - sas de campaña hechas principalmente con bolsas de plástico, se preparan la comida en comales y conversan entre ellos. Pareciera que dentro de las dificultades de la época de lluvia y frío, intentan darle un poco de confort a ese espacio. Javier y los demás profesores me reciben ama - blemente. Pregunta de dónde vengo, y cuando le digo que soy una civil interesada en escucharlos, sonríe, jala una silla para mí y nos ponemos a pla - ticar, casi como si estuviéramos en cualquier cafe - tería de la ciudad. Entonces escucho. “No es una Reforma Educativa, es una Reforma Laboral” Uno de los temas que se han discutido es la natura - leza de la reforma: ¿por qué se dice que en realidad es una Reforma Laboral? La nueva ley estipula que después de realizar tres evaluaciones y no pasarlas con la puntuación requerida, el maestro es dado de baja y no puede volver a dar clases. Anteriormente, cuando un profesor no incrementaba su puntuación en las evaluaciones, no se le permitía subir en el ta - bulador ni recibir mejores prestaciones, sin embargo podía seguir en la docencia ya que estaba capacitado para el año escolar en el que se encontraba. Ahora, los maestros no sólo quedan desemplea - dos irrevocablemente, sino que por ley tampoco pueden acudir a ningu - na instancia gubernamental o sindical para defender sus derechos laborales y no reciben ninguna liquidación por los años de docencia servidos. Lo an - terior contraviene los principios de los artículos 3, 17(garantías individua - les y derechos humanos), y 173 (Ley de Amparo) de la Constitución. Con rostro indignado Javier dice “la nueva ley no contempla la calidad educativa, si lo hiciera, modificaría radiotrece.com.mx
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