Número 27

27 E l libro de Francisco Pineda. Ejército Libertador. 1915, es el tercer pro- ducto de una investigación histórica de largo aliento, después de La irrupción zapatista. 1911 y La revolución del sur. 1912-1914 , todos publicados por la Editorial ERA. La calidad de la narración y el enor- me trabajo investigativo de la trilogía en su conjunto, sitúa a Pineda como el historiador más especializado y riguroso de la insurgen- cia zapatista; un demoledor de clises, mitos y prejuicios construidos por la historiogra- fía dominante en todas sus vertientes: desde las versiones carrancistas que nutrieron los imaginarios postrevolucionarios, con toda su carga de racismo abierto o soterrado sobre la gente del campo y los pueblos indígenas; pa- sando por los investigadores estadounidenses que describen el zapatismo como un levanta- miento de campesinos localistas-tradiciona- listas-conservadores; hasta quienes en el ám- bito del socialismo internacional de la época restaron importancia, e incluso, ignoraron, el proceso revolucionario mexicano que estalla en 1910, y en particular, la revolución de indí- genas-campesinos dirigidos por su general en jefe: Emiliano Zapata, por no estar encuadra- da dentro de la contradicción de clases bur- guesía-proletariado, considerados los únicos sujetos socio-políticos capaces de efectuar cambios en las sociedades “modernas”. Siendo 1915 un año definitorio del rumbo que seguiría la revolución mexicana, el libro en comento describe en detalle, (a partir de Reseña del libro: Ejército Libertador . 1915 Gilberto López y Rivas un exhaustivo análisis documental que inclu- yó la selección y procesamiento de miles de cartas, telegramas, circulares, manifiestos, así como la revisión de numerosos periódicos y archivos de varios países), la singular épica de un ejército de campesinos revolucionarios que ocupa la capital de la República desde el 24 de noviembre de 1914 hasta el 2 de agosto de 1915, y simultáneamente, combate a las fuerzas carrancistas en varias direcciones de la geografía nacional y abre “otros horizontes posibles para la nación insurrecta: alianza de la revolución del sur y la revolución del norte, unidad de los pobres del campo y los pobres de la ciudad, al mismo tiempo que un estre- chamiento mayor, territorial, entre el mago- nismo y el zapatismo.” (P. 15) El lector va siguiendo paso a paso y, con minuciosidad, los debates entre los re- presentantes de las distintas fuerzas de la Convención, sus propuestas legislativas, sus razonamientos político-ideológicos, las con- tradicciones e, incluso, abiertas traiciones en la cúspide misma del gobierno provisional convencionista, con Roque González Gar- za, como encargado del Poder Ejecutivo, y, particularmente, de la facción maderista en el seno de la Convención, que buscó asumir la representación política de las clases domi- nantes. Se exponen también las reacciones de los distintos sectores sociales ante la pre- sencia y preminencia de los revolucionarios sureños en la ciudad de México, el impulso consistente que dieron a las luchas de los

RkJQdWJsaXNoZXIy MTA3MTQ=