Número 27

28 trabajadores y los pobres del campo y de la ciudad, a la emancipación y los derechos políticos de las mujeres. Se describen, con todos sus pormenores y participantes, las campañas y sus correspondientes batallas contra el carrancismo, sobre todo del Ejér- cito Libertador, pero también de la División del Norte; se destaca la permanente política injerencista de Estados Unidos en el con- flicto y el peso decisivo del apoyo político, diplomático, logístico, en armamento y per- trechos militares del gobierno de este país que finalmente inclinó la balanza de manera irreversible en favor de Carranza y permitió, en ese año crucial, la ocupación de la capital por el llamado ejército constitucionalista, la disolución del ejército villista después de su inicial derrota en Celaya ante Obregón en abril de 1915, el cerco al Ejército Libertador en Morelos y, por último, la guerra de exter- minio contra los zapatistas que culmina con el asesinato de Zapata en 1919. Lo más destacable del libro es compro- bar, con un vasto respaldo documental, una de las principales hipótesis del autor, que cobra validez universal, para consternación de las posiciones obreristas o proletarizantes que tanto daño han hecho a los movimientos revolucionarios de orientación marxista: “Los trabajadores del campo, hom- bres y mujeres, mayoritariamente indígenas, despuntaron como fuerza motriz de la Revolución mexicana. Este rol no depende de posiciones en estructuras abstractas y no es un títu- lo que se pueda adquirir previamente, sino que es el resultado histórico de la lucha misma. El carácter revoluciona- rio de una fuerza social se encuentra sometido a la pruebas de la práctica revolucionaria y esto se puede consta- tar por medio del análisis concreto de cada situación concreta. En México, los hechos indican no sólo que la gran masa de los productores del campo si estaba directamente envuelta en la lucha entre capital y trabajo, sino que además la fuerza revolucionaria del campo fue capaz de abrirle brecha a la emancipación social. Esa realidad, por lo demás, ha sido ratificada en las luchas de liberación de nuestra Amé- rica, África y Asia”. (P. 16) Siendo el actor central de la trama narra- tiva el Ejército Libertador dirigido por Zapa- ta, el libro explora con singular profundidad y también con base en fuentes documentales no conocidas, el ya mencionado papel de Es- tados Unidos en la Revolución mexicana a partir de la existencia, desde el inicio mis- mo del proceso revolucionario, de planes de sus servicios de inteligencia militar para una guerra general contra México, que incluía la invasión y ocupación de la República, in- cluyendo sus principales puertos, así como el establecimiento de un bloqueo total en el Pacifico y en Golfo de México. De hecho, la

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