Número 28
34 mente la Humanidad, restaurar la equidad allá donde prevalecen las desigualdades, liberar las energías, las ideas y los cuerpos prisioneros de la masa astronómica de tabúes acumulados por los regímenes y gobiernos no democráticos. A las razones expuestas en su redacción original, cabe aludir a una crisis de la demo- cracia distinta de la que se experimentó con el surgimiento de los regímenes totalitarios y la presencia de dictaduras en gran parte del mun- do; una crisis actual que se caracteriza por: (a) La existencia de una creciente tensión entre las democracias contemporáneas de so- ciedades de mercado y las políticas económicas que tienden a concentrar el ingreso y la propie- dad, a incrementar la marginación y la pobreza a nivel mundial. Estas políticas económicas ― originadas en la cooptación de los gobiernos y partidos políticos por los sistemas financieros y las megacorporaciones trasnacionales― han producido un debilitamiento creciente del esta- do de derecho y de los derechos económico-so - ciales, hasta su extinción como en Grecia, su grave disminución en España, Portugal y otros países de la Unión Europea. (b) El surgimiento y crecimiento de políti - cas restrictivas de los derechos humanos y los principios democráticos básicos en diversos países europeos. Las legislaciones antiterroris - tas conceden a los Estados facultades discrecio - nales incompatibles con las libertades civiles. A su vez, desde hace más de una década, es - pecialmente después de la Primavera Árabe, se han acrecentado las normas restrictivas o represivas contra los movimientos sociales y las manifestaciones públicas. Mientras tanto, aumentan los aparatos de fuerza y los desbor - des injerencistas de los conglomerados indus- trial-militares contra la profundización de la democracia, contra los pueblos que padecen la violación de la soberanía de sus naciones y contra las disidencias que son objeto de una in- justificada represión. Como pronunciamiento general se efectua - ron las siguientes observaciones: Primero , la ética humanista y solidaria de la pre-Declaración se mide con el espíritu po - sesivo del neoliberalismo que minimiza los de- rechos humanos. Al declarar la esencial imbri - cación entre democracia y derechos humanos resulta insoslayable denunciar el intrínseco anti-humanismo de las apologías del mercado como mecanismo único de organización de la vida en comunidad. Por ello afirmamos el ca - rácter problemático de esa pre-Declaración a la luz del primado de las políticas neoliberales, pues la enunciada dignidad e interdependen- cia de los seres humanos chocan con una con- cepción atomista y elitista; el pluralismo con el pensamiento único y la macdonalización de la cultura; la participación comunicacional con los monopolios mediáticos; la justicia social con la privatización de toda producción social; la satisfacción de las necesidades a los grupos más desfavorecidos con la marginación y el hi - perconsumismo; la gratuidad de la enseñanza con el mercantilismo educativo; la libertad sin- dical con la renuencia a los convenios salariales y a la legislación laboral; el cuidado del medio ambiente con la depredación de la naturaleza. Segundo , requiere especial cuidado el apartado III sobre la “Democracia económi - ca”. Es, en su conjunto un apartado en extre - mo desafortunado y suprimible o radicalmente modificable en una declaración con preten - siones de universalidad. En primer lugar sitúa como marco de referencia los principios del li - bre mercado, la libre competencia, la llamada “prosperidad compartida”, la libre empresa, el libre comercio, la libre inversión, derechos de propiedad, compra y venta, etc. Y en tal sen - tido tiene el efecto de asociar directamente la democracia a tales categorías, sin las cuales pa- reciera no existir alternativa democrática. Tercero , la ausencia del bloque latinoame- ricano en los firmantes de la pre-Declaración acusa un fuerte acento europeísta, ya que es precisamente en América Latina donde ―gra - cias a poderes ejecutivos de fuerte compromi - so social― se está atravesando por una etapa post-neoliberal que resulta más afín a la posi - bilidad de implementar una buena parte de los postulados en discusión. Cuarto , en el proyecto de pre-Declaración se otorga una excesiva centralidad o protago - nismo al Parlamento como tal, en detrimento de lo que en estas latitudes sudamericanas ha ido cobrando un brío especial: las asambleas constituyentes, el poder popular, los consejos
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