Número 32

14 miedo, falta de tiempo, carencia de espa - cios para alimentar a sus hijos o sacarse la leche en la oficina, dolor, problemas con las mamas, depresión posparto o conse- jo médico y no sólo por “egoísmo” como plantean las frívolas campañas que se han hecho al respecto. Destapamos, ante esta problemática una cuestión: ¿Cómo podemos hablar de la lactancia materna como un derecho de los niños cuando no se respeta a las madres que no quieren o no pueden amamantar ni tampoco a aquellas que deciden llevar la lactancia al ámbito público? La lactan - cia, en principio, no debe ser únicamente un derecho de los niños, sino un dere- cho de las mujeres, a quienes se les debe otorgar la información necesaria para que decidan si quieren o no amamantar a sus hijos. No hablemos de dar pecho o dar la espalda, hablemos de dar información y de dejar de estigmatizar un acto que a pesar de responder a una necesidad natural, es indudablemente cultural. Esperemos que la promoción de la lactancia en el país en general, se reconstruya en un ambiente de respeto hacia las mujeres que pueden y de- ben tomar sus propias decisiones frente a la lactancia materna. Bibliografía • Badinter, Edith (1981) ¿Existe el amor maternal?, Paidós, Barcelona. • Lagarde, Marcela (2005) Los caute - verios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y locas, CEI - ICH-UNAM. • Palacio Lis, Irene (2003) Mujeres igno - rantes: madres culpables. Adoctrina- miento y divulgación meterno-infan - til en la primera mitad del siglo XX, Universitat de Valencia.

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