Número 32

49 la tarde pierde forma y profundidad hacia arriba y el frente, particularmente de cara al poniente. El sentido del tiempo no cumplido que porta este uso convencional de la tarde, es concluyente y agregaremos, el más moder- no de referir el tiempo cotidiano. Este sen - tido de pérdida de un quantum del tiempo cotidiano, no agota los sentidos de la tarde. La tarde es una construcción cultural ur - bana de un tiempo intermedio cotidiana, portadora de muchos sentidos. La tarde urbana puede ser vista como una categoría temporal polisémica. La tarde urbana aparece marcada más por sus usos y consumos, que por los for - males referentes del cronos de relojería contemporánea o de los añejos códigos de campanario. Recuérdese que éstos últimos, pautaron entre el siglo XVI y la primera mitad del XIX, sus sentidos y sus límites temporales, aunque posteriormente deja- ron de cumplir su función religiosa norma - tiva gracias al proceso de secularización vivido bajo clave liberal. Un espacio de alta visibilidad social y simbólica como el Zócalo capitalino, no podía escapar a los ritmos de la tarde urba- na. Un testimonio registra con fina sensi - bilidad sus ostensibles claves cosmopolitas y su peculiar economía informal, también los acelerados o pausados ritmos de los transeúntes, manifestantes y peregrinos. Una marcha o una peregrinación, una can - ción o una protesta popular. Curiosa concentración gastronómica Sorprende que la tarde dé cabida a tres tur- nos gastronómicos: la hora de la comida, la hora del café y la hora de la merienda, to - das ellas altamente ritualizadas en la vida cotidiana de las élites y las capas medias. Mientras la comida ocupa la centralidad de la tarde, la merienda marca su límite tem- poral, y en medio de ambas, un café no cae mal; tampoco al final. José Joaquín Blanco evoca poéticamente la gravitación que han tenido los cafés de chinos en los consumos vespertinos en la Ciudad de México: « El día queda listo a las 6 pm, y abre, /La clien - tela en las calles se da prisa, /No sin por el café de chinos pasar antes /A sopear biz - cochos en tazas humeantes ». 3 Una línea de continuidad, pero también de fractura 3 Blanco, José Joaquín. « Maitines ». En: Ob. Cit., p. 37. study-abroad-blog-alcala-la.ciee.org

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