Número 32
61 terna. Esto nos permite suponer un pro- ceso infeccioso perióstico con regenera - ción de tejido óseo que pudo ser causado muy seguramente por algún tipo de per- foración craneana que al momento de la muerte del individuo se encontraba ya en franca recuperación (Ortner, 2003), es decir, el sujeto fue herido profundamen - te pero sanó casi completamente hacia el momento de su muerte. Otra cuestión significativa es la pre - sencia única de las 3 primeras vértebras cervicales en disposición anatómica, tanto atlas como axis están en moderado esta - do de conservación y casi completas, la tercera vértebra está incompleta y en un frágil estado de conservación, está ausente de forma brusca la continuidad anatómica de las demás vértebras cervicales, lo que Figura 5. Presencia de las cuentas verdes encontradas por debajo de la mandíbula. Se identifican además las orejeras en la disposición en las que fueron encontradas determina que el individuo fue decapitado en un momento próximo al de ser deposi - tado ya que se requeriría de tejido blando en específico los ligamentos interverte - brales para que mantuviera la disposición anatómica entre las vértebras así como su relación con el agujero occipital y la rela- ción de los ornamentos de piedra coloca- dos aún en tejido blando al momento de la inhumación. En cuanto a la articulación atlas axis, se observa el inicio de forma - ción osteofítica tanto marginal como in - terna en la carilla articular de la primera vértebra cervical, en general la presencia de este tipo de característica llega a ser in- dicador de individuos cuya actividad física se ubica de forma preponderante en esta región donde los movimientos aunados al peso ejercido con el cráneo y parte alta del
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