Número 35

4 los textos de este primer bimestre de En el Volcán Insurgente apelan a la complici- dad de un lector atento, criterioso y a la vez sensible. Así, en este número, Dimitri Alexiades, joven escolar con preguntas frescas y criterio promisorio, nos hace llegar desde el sur de Inglaterra un pecu- liar ejemplo actual del uso aparentemente ingenuo de los estereotipos, en éste caso uno relativo a los mexicanos, figurando en un libro de texto. ¿Qué implica cari - caturizar a otro?: pregunta respecto a la cual ya tenemos algunas respuestas dolo- rosas a mano. Ricardo Melgar reflexiona en torno a ello, a propósito del reciente asesinato de varios integrantes de la revista satírica francesa, tomando distancia de una re- acción común pero insuficientemente re - flexiva, al afirmar: “yo no soy Charlie, no puedo serlo, no debo serlo”. Melgar, quien en otra vida debió de haber sido empleado municipal pegando con cola y escobilla carteles en muros de la vía pública, com - parte algunos de los textos que dice colo- car en el casi invisible muro de su “face”, congregando además del anterior, otros textos sueltos que surgen a propósito del paso del 2014 al 2015. Es así que presenta dos textos en torno al pensamiento alter- nativo latinoamericano ( Diccionario del Pensamiento Alternativo , de Hugo Bia- gini y Arturo Roig, y El neoliberalismo y la ética del más fuerte, también de Hugo Biagini y de Diego Fernández Peychaux) y luego se ocupa del ritual abierto y mul- titudinario del Año Nuevo vinculado a la perspectiva de José Martí, y de la Navi - dad como ritual familiar y la perspectiva, a su vez, de José Carlos Mariátegui, y por último, presenta su renovada adhesión ante la emergencia de grandes y signifi - cativos movimientos juveniles en México, Perú y China. A su vez, Berenice Rodríguez nos com - parte su acercamiento a una de las facetas del trabajo actual de los cortadores de caña en Morelos, en una mirada equilibrada que pone de relieve situaciones concretas de vida, duras y personales, pero que es al mismo tiempo contextual. Finalmente, otro joven escolar, Gilber- to López y Rivas, hace un repaso de defi - niciones y sucesos habidos y vividos hace medio siglo en el derrotero de la antropo- logía mexicana, en rememoración que vie - ne completamente a cuento, porque remite a tensiones persistentes relativas a la defi - nición y el sentido del desempeño profe- sional de los antropólogos de hoy.

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