Número 37
16 sucia de la década 1960-70 perpetrada por el ejército; sufre el ancestral abandono de sus comunidades indígenas; cacicazgo; muertes; violencia y desapariciones forza- das; violación sistemática de los derechos humanos; violencia de género; saqueo de los recursos naturales de los pueblos; nar- co y narco política y un largo etcétera. 2 Lo anterior nos dirige a valorar otros hechos que son respuestas locales a la inseguridad y a la violencia, respuestas desde abajo, desde el Guerrero profun- do. Me refiero a los movimientos sociales como la Asociación Cívica Guerrerense (1959) fundada por el después guerrillero Genaro Vázquez Rojas, la creación des - de hace más de 20 años de la CRAP_PC (1995) 3 (con su territorio histórico, Cos - ta y Montaña de Guerrero), las distintas policías comunitarias de reciente forma- ción, como las de Tlapa, Olinalá, Temala - catzingo, Huamuxtitlán, Copala, Tixtla, etcétera, pertenecientes a la CRAP-PC; la Unión de pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero formada en 2013 (UPOEG); 4 la construcción del Centro de Derechos Humanos Tlachinollan en la Montaña de Guerrero, también con 20 años de antigüedad, así como el Movi- miento Popular Guerrerense (MPG). El papel de estas respuestas organizativas locales es de vital importancia, pues for- man parte de la memoria histórica del estado, contando además con una fuerte presencia y arraigo ante la profunda cri- sis de inseguridad, violencia y violación sistemática de los derechos humanos. Las policías comunitarias son la respues- ta desde la tradición, desde lógicas cul- 2 Paradójicamente. en los años 60 Guerrero ocupaba el se- gundo lugar en pobreza en el país (COMVERDAD) y cincuenta y cinco años después, como ya se apuntó, lo sigue ocupando. Comprobamos que la política estatal es mantener pobres a los pobres, quienes constituyen un ejército de reserva de mano de obra barata y prescindible (ver al respecto el documen- tal actual “Migrar o morir”, hecho por el Centro de Derechos Humanos y compararlo con el documental de los setentas de Eduardo Maldonado, titulado “Jornaleros”. www.youtube. com/watch?v=WLI5eRZNkmw, 2009. Y https://books.google. com.mx/books?isbn=9703236057 3 Garza Marcué. Rosa María. “Sistemas Normativos, prin- cipios comunitarios para la autodefensa: San Luis Acatlán y Olinalá Guerrero”. Revista En el Volcán. Numero 25, www.enel- volcan.com. Septiembre de 2013. 4 Para fines de 2013, en 43 de los 81 municipios de Guerrero tiene presencia algún tipo de policía comunitaria o policía ciu- dadana. Informe CNDH, 2013: http/ /www.cndh.org.mx/sites/ allfuentes/documentos/informes/especiales/2013_IE_grupos_ autodefensa.pdf. turales para la resolución de conflictos a través de normas comunitarias de larga data. Asimismo muestran la incapacidad del Estado para brindar seguridad y jus- ticia en amplias regiones del país. Abel Barrera, Director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña, Tlachinollan, acertadamente expresó en julio de 2013, el sentir de su organización: En Guerrero dos gobiernos consecu- tivos autodefinidos como izquierdis - tas en el discurso, no han revertido los patrones de violaciones a dere- chos humanos, como lo evidenciaron los abusos cometidos en el marco de la represión contra los estudiantes normalistas de Ayotzinapa el 12 de diciembre de 2011. En este escena - rio, la lucha por los derechos huma - nos aparece para el oficialismo como una quimera respaldada por gente in - conforme. Pero paradójicamente, en el contexto de la Montaña de Guerre- ro, donde los derechos reconocidos en las normas son negados cotidia - namente por la oprobiosa realidad, la apropiación y el uso de los mismos derechos desde la lógica comunitaria sigue siendo un instrumento efectivo para cohesionar las luchas sociales, para crear movimientos emblemáti - cos que resisten la violencia caciquil y delincuencial. 5 Este escenario de oprobio, brevemente enunciado, remite por último al Informe Final de Actividades de la Comisión de la Verdad del Estado de Guerrero (15 de oc - tubre de 2014) 6 . La Comverdad define la guerra sucia en México y la sitúa en un periodo que va de finales de los años 1960 a principios de los 1980, señalando que los autores materiales e intelectuales fue- ron corporaciones del Estado mexicano en contra de la sociedad civil (ejército y policías, rasgos semejantes a lo sucedido en Iguala) y para caracterizarla señala tor - 5 Barrera, Abel. “Guerrero: el epicentro de las resistencias”. La Jornada, 20 de julio de 2013, página 17. 6 http://w.w.w.jornada.unam.mx/2014/10/14/politi- ca/008nlpc. http://desinformemonos.org.PDF/InformeFinal- COMVERDAD.pdf
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