Número 37

17 turas, violaciones de derechos humanos, detenciones arbitrarias, impunidad, des- apariciones forzadas, acciones armadas y de intimidación contra comunidades de campesinos, estudiantes y maestros. Todo ello con el agravante del ocultamiento de los cuerpos de las víctimas. Resumiendo, para la Comverdad, guerra sucia es vio- lencia, impunidad y falta de acceso a la justicia De acuerdo a este enunciado, con- cluyo que en el Estado de Guerrero existe una permanente guerra sucia, desde los 1960 hasta la actualidad 7 (en una condi - ción que parece haberse extendido a todo el país, ver situaciones como las de Tlata- ya, San Fernando, Atenco, APPO). Cuan - do la acción de la justicia es inexistente, veremos la repetición de estos lamenta- bles hechos una y otra vez. 7 Opinión también expresada por un integrante del MPG, quien habla de una “segunda guerra sucia” relatada en el ar- tículo de Mariana Mora, “Ayotzinapa, violencia y el sentido del agravio colectivo: reflexiones para el trabajo antropológico”. Boletín del Ciesas, no. 25, enero de 2015. La historia que documenta la Co- misión de la Verdad de Guerrero sigue presente en la memoria histórica de los habitantes de la Montaña, quienes vin- culan la presencia del ejército siempre con la violencia y la impunidad que se vive en la región desde la década de los años sesentas. A estas historias se unen las memorias más recientes de la masa- cre del Charco, precisamente en el muni- cipio de Ayutla de los libres y de donde son originarios cuatro de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa. Así, todos estos hechos se han vivido como un continuum de violencia que ha marcado especialmente a los pueblos in- dígenas de la región con el estado mexica- no. La complicidad del ejército mexicano en los hechos de Ayotzinapa es evidente a partir de testimonios como el de Omar García, integrante del comité estudiantil de esa normal, señalando que cuando por fin aparecen las fuerzas armadas el día de

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