Número 37

39 o hirientes señalamientos personales y/o de grupo. El recurso de la memoria acer- ca del otro intelectual , significado como adversario u oponente, fue sustantivo en sus obras. Particularmente en el libro que venimos analizando, dicha memoria, fue un ingrediente casi demoledor. Tuvo la coartada necesaria para legitimar bajo arropamiento ético el proceso parricida en el que tomó parte durante los años veinte y treinta del siglo pasado. En lo general, la escritura y la palabra de este intelectual formaron parte de la astucia y del pathos de quien se sentía ser parte del proceso, y aún juez, a pesar del destierro al que lo condenaron con su complicidad y silencio, algunos viejos intelectuales oligárquicos. Por lo anterior, los escenarios intelectua- les que trazó nuestro protagonista, no es- tuvieron exentos de esa lógica de cargar y/o borrar rasgos en sus oponentes o en sus contornos, sin olvidar sus blancos. Los lectores deberán estar prevenidos sobre nuestro mirador, nuestras propias huellas, mostrarán otra paradoja. Nos tocó participar en el movimiento juvenil universitario que pretendía «procesar» a Sánchez por crímenes hacia el movimien- to universitario de izquierda, y a través de él a la vieja guardia intelectual aprista que se batía en retirada en los claustros universitarios peruanos. 2 Hubo en nues- tro bando, la producción de una cascada de artículos críticos, tesis, manifiestos, acción e intencionalidad ideológica y po- lítica anti-aprista 3 . En dicha coyuntura, la izquierda intelectual había encontrado a una Apra intelectualmente alicaída y en repliegue, le pesaban como plomo algunos hitos y movimientos de fuga intelectual: 1948 (el desencanto por la fallida insurrec - ción aprista); 1956 (la alianza impensable con el dictador Odría, el perseguidor); 1959 (la recepción de la Revolución Cubana) y 1964 (la formación del Apra rebelde y su conversión en MIR). Casi al momento de nuestra confrontación, Carlos Delgado, fi - gura emergente de la intelectualidad apris- ta, fue cooptado por el gobierno militar de Juan Velasco Alvarado. El embate marxista juvenil de finales de los años sesenta, traducía además de un desborde de izquierda, una fractura, un nuevo parricidio. Este momento, fue perspicazmente recordado por Sánchez en el prólogo de 1973, cerrándolo con un tono cansado, conciliador y quizás profé- tico o previsor: El lector tiene ante sus ojos lo que logramos de tanto como ambicio - namos entre otras cosas una rup - tura directa con la generación in- mediatamente anterior, ruptura que 2 En las filas de la izquierda universitaria, el rector Sánchez aparecía como autor intelectual o por lo menos beneficiario político de las tropelías, desmanes y algunos homicidios co- metidos por la brigada de choque aprista conocida como los “búfalos” liderada por el «ranger» Arturo Pacheco Girón. En realidad, el grupo fue bautizado por el propio Pacheco como “Comando Indoamericano”. Poco años más tarde, este perso- naje apareció vinculado al grupo paramilitar «halcones» en México, según reportó un número especial de la revista ¿Por qué? 3 Corriendo el año de 1968 compartía la peregrina idea de Roberto Oyague, un entrañable compañero y amigo, que pre- tendía retomar el ejemplo del Tribunal Russel para montar uno propio y de pequeño alcance. El tribunal deseado, circuns- crito a los claustros universitarios, juzgaría los «crímenes» del rector Sánchez. La idea era procesar ideológica, moral y sim- bólicamente al zorro Sánchez, declarado «enemigo del movi- miento estudiantil” de izquierda. El golpe militar de octubre de 1968 y la renuncia oportuna y profética de Sánchez (“des- pués de mí, el diluvio”) cambiaron el norte de la desbordada izquierda universitaria capitalina de la que entonces formába- mos parte, sin ser todavía sanmarquino. Recuerdo también los desplantes de la joven intelectualidad de izquierda a los emisarios de Sánchez, clausurando la posibilidad del diálogo. El antagonismo era abierto y los espacios de mediación pe- queños y erráticos. Las “búfalos”, cuerpos de choque del Apra, habían hecho mella, potenciando la memoria y la beligerancia de la izquierda universitaria.

RkJQdWJsaXNoZXIy MTA3MTQ=