Número 37
40 ha disminuido sin suturarse, como ocurrirá mañana con la que separa a nuestros juveniles detractores, fe- lices de sus deficiencias y recelosos de las excelencias de los demás. Ni más ni menos que nosotros, como con nuestros antecesores lo tra- tan de reflejar este libro. (Sánchez, 1973: 24) 4 Pero volvamos a nuestro personaje, más allá de esta digresión necesaria. Luis Alberto Sánchez (1900-1994), connotado escritor y político peruano, debe ser re- cordado a través de algunas señas de vida. Sigámoslas hasta el momento en que se aboca a redactar su polémico ensayo de crítica a la intelectualidad oligárquica o filo oligárquica del novecientos, parcial - mente conocida por algunos de sus signos filosóficos, estéticos y literarios como posi - tivista, arielista y modernista. En 1917, Sánchez ingresó a la Univer- sidad Nacional Mayor de San Marcos en la ciudad de Lima para estudiar Letras y Jurisprudencia. Fue en el claustro uni- versitario que nuestro personaje trabó relación amical con Víctor Raúl Haya de la Torre, quien dos años más tarde des- tacaría como la principal figura del mo - vimiento de reforma universitaria y ani- mador del Conversatorio Universitario en torno al tema de la Independencia del Perú, vísperas de su primer Centenario. Junto a Haya destacó la participación Luis Alberto Sánchez, al lado de figuras significativas como Jorge Basadre Raúl Porras Barrenechea, Jorge Guillermo Le- guía, José Luis Llosa, Carlos Moreyra, Ricardo Vegas (Núñez, 2006). Luis Alberto Sánchez durante sus exi- lios de los años treinta del siglo pasado redactó varias obras, muchas de ellas res- pondieron a las urgencias terrenales que debía afrontar en sus países refugio, entre los que sobresalió Chile. Sin lugar a dudas, supo ganarse la vida como intelectual den- tro y fuera de su país. Le ayudó tener la pluma fácil y una cultivada erudición en 4 La puesta en cursivas es nuestra. tópicos literarios, históricos y políticos de América Latina. Prescindiendo de las obras dedicadas a temas peruanos, resaltaremos los hitos de la construcción de una sostenida lectura con- tinental con ostensibles huellas bolivaria- nas y apristas. Sobre las huellas del liberta- dor [1925] nos reveló su temprana adhesión bolivariana, respaldada por un itinerario de viaje sin desperdicio por los países sudame- ricanos por los que Simón Bolívar transitó y dejó obra y memoria, controversias aparte. Las motivaciones suscitadas por su partici- pación en el Conversatorio Universitario y el clima celebratorio del Centenario de la Independencia, fueron decisivos en su áni- mo y quehacer intelectual. Le siguieron bajas condiciones excep- cionales para el trabajo intelectual - sig- nadas por la clandestinidad y el exilio- : América: novela sin no velistas [1933],
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