Número 37
46 Entre permanencias y desgastes Los ecos polémicos de la obra Sánchez se hicieron sentir todavía en 1977. Recorde- mos que en aquel año, un estudioso del arielismo defendió la lectura orteguiana de generación sin mayor consistencia al criti- car la obra de Sánchez por su manera frágil y banal de caracterizar al arielismo (Real de Azúa, 2001). Pocos años después, una conocida crítica literaria dejó fuera de re- ferencia a Sánchez en sus estudios sobre el modernismo y el arielismo (Franco, 1983). No es difícil adivinar que la obra de Sánchez había perdido actualidad como historia literaria. Nuevas exigencias teó- ricas y metodológicas en boga, demanda- ban una relectura ampliada de las fuentes y nuevos modos de interpretación, varios de ellos, más próximos al marxismo y a la sociología de la literatura que a la inci- piente semiología cultural. Sin embargo, el texto de Sánchez en muchos sentidos escapó a los límites de la crítica literaria emergente, sus reticencias al uso lábil del concepto de generación siguen teniendo más pertinencia de lo que sospechaba su crítico uruguayo. La obra de Sánchez, desde otros ángu- los disciplinarios, tampoco ha permaneci- do incólume a las críticas de sus desgas- tadas lecturas sociológicas, económicas e históricas. Lo que pervive de esta obra, es que sigue siendo un documento epocal, un texto con densa carga ideológica y po- lítica, es digno de ser releído y discutido. Incluso, su retrato de la intelectualidad oligárquica sigue siendo valioso para los historiadores y cientistas sociales, críticas más, críticas menos. Destacaremos el hecho de que el es- critor aprista hizo hábil maniobra argu- mentativa, entre testimonial y documen- tal, acerca de la existencia de un campo de mediaciones que signaron las ligas ideológicas entre la vieja intelectualidad oligárquica cuya hegemonía fue osten- sible hasta los años de la Primera Gue- rra Mundial y los jóvenes universitarios adheridos a las banderas de la reforma universitaria y más tarde militantes o adherentes a la Alianza Popular Revo- lucionaria Americana (APRA). El anta - gonismo real distó de dejar incontami- nados a sus polos, los rastros del pasado en la obra de Sánchez son mostrados sin vergüenzas, señalando las fronteras y el movimiento que llevaron a la ruptura histórica. Quiebre no absoluto, pero si sustantivo y visible. Un agrupamiento de coetáneos no re- presenta en sentido estricto una genera- ción, salvo que sea adjetivada por su rasgo más distintivo. La relatividad de la fecha de nacimiento, obliga a hablar más de quin- quenios o decenios para trazar el horizonte de los adherentes a tal movimiento o los identificables como tales. Sánchez desde el título anunció su des- linde, los términos contables de balance y liquidación portan cierta ironía alusiva al mullido tren de vida de los arielistas bajo el paraguas protector de los estados oligár- quicos. Un epígrafe recuerda en palabras de Haya de la Torre el espíritu iconoclasta del movimiento universitario reformista:
RkJQdWJsaXNoZXIy MTA3MTQ=