Número 40

3 sectores socio-étnicos directamente afec- tados, ahora tocó el turno al ámbito de la “cultura”, sometida desde septiembre pasa - do a una iniciativa de reforma institucional que sigue siendo indefinida, pero preocu - pante cuando se revisan con detenimiento las afirmaciones vertidas para justificarla. Sin embargo, un elemento objetivo y nada desdeñable a tomar en cuenta y que permite advertir muy bien lo que sigue, es el procedimiento seguido para impul- sar dicha iniciativa, en el que justamente se prescindió de los ciudadanos, tanto los no expertos como los expertos en los te- mas respectivos y a los representantes de los diversos gremios del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA). Con esa señal inequívoca, la clase política neoliberal y el grupo gobernante encabe- zado por Enrique Peña Nieto impusieron la Secretaría de Cultura, con un propósi - to fundamental si tomamos en cuenta el contexto de todo el proceso: desregular los bienes nacionales y el patrimonio cultural de los mexicanos para el usufructo privado y corporativo. En particular, de nada sirvieron los fun - dados argumentos de los académicos del INAH, quienes a través de diversos medios de comunicación dieron a conocer sus ra - zones para rechazar una iniciativa carente Enrique Peña Nieto toma la protesta de Rafael Tovar y de Teresa como secretario de Cultura

RkJQdWJsaXNoZXIy MTA3MTQ=