Número 41

11 bajo se organicen en un sistema que no tenga como atractor principal la maximi - zación de poder, de riquezas y de utilida - des, sino la democracia con el socialismo y con la libertad, con los tres amalgama- dos, si conceptos y palabras se refieren a la realidad. Llegados a este punto, vemos la nece- sidad de aclararnos “¿qué tanto es lo po - sible?” y cómo varía y variará “lo posible” en el tiempo, el espacio, la organización y la estrategia,-que es como varían muchas otras categorías reales y conceptuales Reparar en el significado actual de aquéllas categorías que sean fundamenta - les para la acción y la reflexión, y señalar el éxito de valor universal alcanzado por la Revolución del 26 de julio en Cuba, o por los indios mayas del movimiento zapatista en México, nos llevará a incluir también algunos de los avances y obstáculos de los movimientos bolivarianos que con Vene- zuela encabezó Hugo Chávez y que con el Estado Plurinacional de Bolivia encabeza Evo Morales, así como de los avances y retrocesos de gobiernos progresistas que surgieron en América del Sur y evolucio - naron, se fortalecieron y debilitaron entre diferencias significativas. En todo caso, de los movimientos revo - lucionarios y progresistas buscaremos de- ducir algunos requisitos para la construc- ción de otro mundo posible y necesario… Para emprender el análisis de la or - ganización de la vida y el trabajo en el capitalismo del siglo XXI, es un buen principio partir de los Estados Unidos de Norteamérica, en tanto se trata del único Estado-Nación que tiene bases militares en toda la Tierra y una influencia global mu - cho mayor que la de cualquier otro país. Es más, si no vivimos en un mundo unipolar como pretende el complejo militar empre - sarial norteamericano, los habitantes de América y el Caribe sí vivimos en lo que tradicionalmente ha sido el “patio trasero” del imperio norteamericano. Desde fines del siglo XIX, Estados Unidos es la prin - cipal potencia que domina esta región del mundo con la excepción de Cuba. Estados Unidos destaca también en el entramado de poder empresarial, militar, político y mediático que caracteriza al capitalismo global y al Estado neoliberal de Occidente como el sistema autorregulado más eficaz para lograr las mediaciones de gobiernos, partidos y movimientos afines. El país metropolitano y los países dependientes -con excepción de Cuba- muestran una dialéctica controlable por su “complejo empresarial-militar”, en períodos relativamente largos, con in- clinaciones a la derecha y a la izquierda que son aceptables para el “complejo”. En el propio país metropolitano, las in - clinaciones a la derecha hasta ahora han mostrado ser controlables, incluso hoy en que revelan un movimiento parecido al de los años veinte en Alemania e Italia, con una ideología de extrema derecha a la “americana”, que acentúa sus rasgos y sus expresiones racistas, y abiertamente colonialistas y represivos. El viraje a la derecha en los países latinoamericanos y caribeños tiende a modernizar sus tradiciones golpistas y ultra-conservadoras anteriores y a unir gobiernos, partidos y movimientos bajo nuevas posiciones de dependencia. El ag- giornamiento de los dictadores civiles y militares los lleva a aplicar la vasta cul- tura de la contrainsurgencia y de los apa- ratos inteligentes para su mayor eficien - cia en el gobierno de las democracias de fachada con estados adelgazados y países más y más empobrecidos, despojados de sus recursos naturales y sus mercados de producción y de servicios por los efectos de la política neoliberal. Sobre todos esos países en el mun - do entero y en el momento actual, se ha lanzado una ofensiva creciente, en que el complejo empresarial-militar de Estados Unidos ha logrado posiciones cada vez más ventajosas. La ofensiva no sólo afecta a los Estados Nación en lo individual sino a Nuestra América y a los convenios de solidaridad y apoyo mutuo como el ALBA y el ALMA. La ofensiva pesa en parti - cular también contra los países ricos en

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