Número 43
45 Daniel Omar de Lucía E n estos días, la televisión Argenti- na ha dado una muestra inequívo- ca, si es que todavía hacia falta, de la gran falacia que implica la afirmación habitual de los mass media sobre su pre- tendida “independencia” respecto al po- der político. Fruto de un nueva atmósfera (onda, movida llámenle como quieran) que se instaló en el país desde la llegada de Macri a la presidencia, y respondiendo a una orden que, en apariencia, nadie dió, las viejas y remanidas expresiones de lo que se ha llamado la “teoría de los dos demonios”, se ha instalado muy oronda en la panta- lla. Pero parece que para algunos esto no alcanza. Es necesario darles aire a oscuros personajes que, de manera indirecta, y a veces no tanto, hagan la apología del golpe militar y que siembren confusión sobre las causas y el contexto que rodearon al ma- yor genocidio de la historia del país. Ahí lo tenemos recorriendo los pro- gramas periodísticos y de actualidad al ex (?) “service” 1 “Tata 2 Yofre”, exponiendo su particular visión de la historia argentina de los años 70, que hace años viene desa - rrollando en una serie de libros de esos que leen las señoras de barrio norte y los mili- cos retirados, cuando veranean en Punta. 1 En el vocabulario político argentino se suele denominar a si a los miembros de los servicios de inteligencia y sus informadores. 2 En lengua quechua padre. Se suele utilizar en la Argentina como un apodo que se le aplica a gente que tiene un cierto ascendiente moral o intelectual sobre un grupo de personas. Argentina y “Tata” Yofre: hablando del golpe del 24 de marzo de 1976 Pero, ¿quién es este señor que hoy es pre- sentado por el periodismo “independiente” como un sesudo y avezado investigador de la historia reciente de la Argentina? Juan Bautista “Tata” Yofre nació en Buenos Aires allá por 1946. Cursó estudios como cadete en el colegio militar, pero lue- go decidió dedicarse al periodismo. Justa- mente fue en 1976, luego del golpe militar, que ingresó a trabajar en Radio Municipal, dependiente de la Intendencia de Bue- nos Aires, a cargo del Brigadier Osvaldo Cacciatore. Como se observa, Don Juan Bautista algo sabe de la dictadura militar, porque formó parte de sus huestes perio- dísticas. De este periodo, dataria la larga, estrecha y dilatada relación que este buen señor mantendría a lo largo de su vida con Imagen 1. www.cubanet.org
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