Número 46

73 ría de secundaria, denuncian la suspensión de clases, las ausencias de los maestros y su falta de preparación. Es muy interesante notar que no hay tiempo invertido en el documental para dar voz a los maestros, y que a ninguna maestra o maestro se le hace un entrevista medianamente seria; son docentes genéricos, anónimos, de escuelas anónimas, que no gozan del mismo tratamiento visual, sonoro o editorial del que gozan los especialistas; son reducido por el documental a fragmentos, siempre condicionados por la narración o la música, en los que se les ve enojados, ridículos, incapaces, faltistas, carentes de recursos. El siguiente culpable es la dupla gobierno-sindicato personificados por el secretario de educación pública Lujambio y la lideresa del SNTE Gordillo. Lo - ret logra arrinconar a Lujambio pero no puede hacer lo mismo con Gordillo, quien le hace bailar al son de su demagogia. Lo que no pudo lograr con la en- trevista el documental lo intenta con un montaje de tomas del archivo de Tele- visa, un recuento de discursos de Gordillo en los que hace hincapié en alcanzar la calidad educativa como recurso demagógico para mantenerse en el poder; y un montaje de partes selectas de discursos de presidentes de López Mateos a Felipe Calderón sobre el tema de la educación, también como demagogia. El tratamiento que se dispensa a Lujambio en su correspondiente en- trevista es, en contraste, abiertamente cuestionador, un momento especial durante el cual el carácter autoritario del proyecto de Mexicanos Primero se evidencia abiertamente. Por la vía de Loret, cuando compara al secreta- rio de educación con un pater familia. El reportero pregunta por qué no hay evaluación de los maestros, el secretario responde que es algo que hay que negociar, el reportero irritado y sarcástico responde: “¿Negociar? Es como si le dijera a mi hija ‘te voy a evaluar’ y me dijera que hay que negociarlo… claro que te evalúo.” Y por la vía de la politóloga Dresser nos enteramos de que “un buen secretario de educación pública en México necesita cojones” para resolver los problemas y romper la relación simbiótica con el SNTE. El documental cierra de manera más conciliatoria pero no por ello me- nos maniquea: ahora es momento de reunirnos y rescatar la educación en México, y que cada quien haga la tarea que le corresponde, tarea que ama- blemente Mexicanos Primero nos tiene ya nos tiene preparada: 1. Si eres estudiante no dejes por ningún motivo de asistir a la escuela 2. Si eres maestro nunca dejes sin clase a tus alumnos. Prepárate y exige que gane más dinero el maestro que mejor enseñe. 3. Si eres padre de familia, has equipo con los maestros; platica con tus hi- jos, deben saber que pueden llegar a tener un mejor ingreso, vivir mejor. 4. Si eres autoridad educativa promueve que los mejores maestros sean los que den clases, y usa mejor el dinero que los mexicanos pagamos por nuestra educación; gestiona más horas de escuela y más días en la escuela. 5. Si eres representante del sindicato, deja de pensar que la educación es poder, política, elecciones. Piensa que la educación son jóvenes. Todos somos responsables de la mala educación pero estamos a tiempo de un futuro distinto. A estas alturas el documental ha adquirido los tintes epopéyicos de un promocional de televisión: un grupo feliz de chicos y chicos juegan, bailan

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