Número 49

42 No obstante, los comedores comunitarios del programa federal han pre- sentado diferentes problemáticas técnicas. Dentro de estas problemáticas se encuentran la imposición de un modelo cultural alimentario que no co- rresponde a las tradiciones culinarias de la gente que recibe los apoyos; la poca variabilidad de los ingredientes, alimentos y nutrientes (Figuras 5 y 6); la homogeneización de las comidas y las cantidades para la población de distintos rangos de edad o condición física (Figura 7), y la preparación en espacios poco adecuados (Hernández, Ochoa y Yaschine , 2015). Así, se puede observar que estas cuestiones técnicas se deben al descuido de la dimensión cultural de la alimentación de las diferentes comunidades y poblaciones del país. Este descuido ha significado la omisión, por parte del gobierno, de los derechos culturales de los beneficiarios en su intento de lograr el objetivo de “erradicar el hambre”, lo que a su vez implica la vio- lación a los principios de interdependencia e indivisibilidad de los derechos humanos que el Estado tiene la responsabilidad de cumplir y hacer cumplir (Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, 1948). En la medida en que las prácticas alimentarias son siempre prácticas culturales que tejen y reproducen diferentes sistemas de relaciones sociales (relaciones dentro de las cuales se ejercen tanto estrategias de dominación por parte del poder hegemónico como acciones de resistencia por los gru- pos que se encuentran en la esfera de la marginalidad y la exclusión), se Figura 6. Ausencia de vegetales y uso de soya en menú de un comedor comunitario de la Ciudad de México (2016). Foto: Memo Bautista. Tomada de https://munchies.vice.com/es/article/ypxb3y/asi-funcionan-los-co- medores-comunitarios-en-la-ciudad-de-mexico

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