Número 56

114 Ante lo que el EZLN ha definido como provo- caciones a los pueblos originarios, queda claro que el planteamiento que se revela desde el de- sarrollismo que continúa, es más que una disputa por la nación, o por la historia y legitimidad de las “luchas de izquierda” en México, mucho me- nos se trata de un distanciamiento teórico-polí- tico entre “reformistas”, “anticapitalistas” y “so- cialistas”, como se le ha querido interpretar por parte de algunos intelectuales. Se trata, simple y llanamente, de la continuidad de la guerra de amplio espectro definida por el Subcomandante Insurgente Marcos como la Cuarta Guerra Mun- dial (Subcomandante Insurgente Galeano, Una Guerra Mundial , mayo de 2015): Si es cierto que el capitalismo no sólo produce riquezas, avances científicos y tecnológicos, sino que también produce miseria, destrucción y muerte, entonces hay que señalar las cosas por su nombre: el capitalismo produce para y por la guerra. Su avance, su desarrollo depende de la guerra, su columna vertebral. […] En suma, lo que el pensamiento crítico parece producir es que la genealogía de la Hidra se pue- de resumir en una palabra: guerra. La guerra no sólo está en el origen del sistema capitalista, está en todos y cada uno de sus “sal- tos cualitativos”. La guerra es la medicina que el capitalismo le administra al mundo, para curarlo de los males que el capitalismo le impone. […] Claro, ahora aparece, gracias a esa terrible maquina creativa, que las empresas arma- mentistas son las mismas que se ofrecen para reconstruir lo destruido . Esta destrucción que el zapatismo ha señalado como una de las ca- racterísticas de la guerra en curso, consiste en que, a diferencia de antaño, no solo se trata de destruir o derrotar al contrario, también hay que destruir totalmente el territorio con- quistado. El páramo resultado de una guerra es una mercancía también. Y también lo es la reconstrucción. Promover la acumulación militarizada e inten- tar el “rescate” de la vieja forma política del Es- tado burgués “nacional”, es participar de la pro- fundización de la Cuarta Guerra Mundial. Tratar de distanciarse de la derecha, comparándose constantemente con ella para crear una imagen pública de falsa divergencia, es actuar como la serpiente que se muerde su propia cola -o hacer- le el juego a la derecha. Por otra parte, los movi- mientos antisistémicos o contemporáneos cerca- nos al neozapatismo no luchan sólo por ideas o ideales, mucho menos por abstracciones mora- linas o religiosas, ni por la posibilidad de admi- nistrar el desarrollismo; sino porque el colapso planetario nos muestra a todos las condiciones reales de existencia que estamos padeciendo, mismas que se deben cambiar si es que se tiene interés en persistir, como especie, con vida so- bre este hermoso planeta Tierra. A nosotros, compañeros, compañeras, no lo hemos engañado al pueblo de México, pero también tenemos que decirles que al pueblo todavía se dejan, no sabemos por qué, nosotros nos causa tristeza, y nos causa rabia. Para qué sirve entonces estudiar, saber historias si es que no vamos a ver nuestra realidad de cómo estamos viviendo, para qué sirve el estudio. SCI Moisés, 31 de diciembre de 2018

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