Número 56

16 Para el autor, esta práctica que se dio entre los olmecas presenta una concepción ceremonial dedicada a la fertilidad; por otra parte, Whitney Davis escribió un artículo en la revista American Antiquity, que intitula “ So-called jaguar-human copulation scenes in olmec art” , donde hace alu- sión a este tipo de escenas de copulación entre el jaguar y el ser humano, dando como ejemplo las encontradas en “Río Chiquito”, el Monumen- to 3 de “Potrero Nuevo”, el monumento 20 de la “laguna de los Cerros” y el monumento IV de Chalcatzingo; el autor difiere respecto a las posi- bles escenas de cópula, y las interpreta no como alusivas a la fertilidad, ni siquiera a la cópula, sino que plantea, pese a todo, que se trata de la humillación del personaje vencido por el ani- mal vencedor, y que éste es un guerrero jaguar (Whitney, 1978: 453-457). Por otra parte, David Grove, quien ha estudiado y dirigido el enorme proyecto de Chalcatzingo, considera que los an- tiguos olmecas nacieron “de la unión del hombre con el jaguar” (Grove 1973:133) y desde ahí da comienzo al linaje de poder político y religioso de esta sociedad. 3.- RELIEVE CONOCIDO COMO “LINAJE DE GOBERNANTES (Cultura Olmeca, Chalcatzingo, Morelos, México) Para Cook de Leonard (1966, 1967), se trata de escenas de danza, debido a la posición de las personas con los brazos levantados, dedicada al Dios solar, puesto que los jaguares guardan afi- nidad con Tezcatlipoca, conocido también como Ocelotonatiuh, representante de la canción, el discurso florido y la danza, y por tanto, la escena representa una danza dedicada al soberano que a todo hace huir incluyendo la luz del día. Por otra parte, es posible que estas escenas re- presenten preludios y la cópula misma entre el jaguar y el ser humano, quien pareciera estar en un ritual de trance, debido a la ingesta de alguna sustancia psicotrópica, tal y como se observa en las figuras 14 y 15. En 1972 sale a la luz un artículo de Roberto Wi- lliams García, que titula El Jaguar: su Significado en la Cultura Olmeca , donde realizó una analogía con la Danza del tigre de Soteapan, Guerrero. Es probable que esta danza tenga sus orígenes des- de tiempos Olmecas, y el autor plantea que estas danzas tienen orígenes prehispánicos, adoptando sin embargo ciertos conceptos occidentales a su cultura. Se trata de escenas lúdicas que se desa- rrollan durante los carnavales, donde 4 hombres Figura 14. Relieve de escena hombre-jaguar. Foto- grafía Pavel Leiva Figura 15. Posibles escenas de cópula entre hom- bre y jaguar. Dibujó Oswaldo Barra Cunningham

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