Número 56
43 exigir solución ante la inminente destrucción de la zona arqueológica, una marcha se organizó nu- trida por vecinos de la cabecera municipal y de comunidades como Bonifacio García y Ticumán, además del acompañamiento de habitantes del municipio de Zacatepec. Aquella mañana del 6 de julio de 2015, por las principales calles del municipio se escucharon consignas que niños, niñas, mujeres, hombres y jóvenes alzaban a una voz: “SÍ A LA CULTURA, NO AL SAQUEO”; el eco de estas voces se tejía en Tlaltizapán con el bullicio de un tradicional lunes de plaza en el zócalo del pueblo, causando efecto de manera inmediata: Mientras ellos [los funcionarios del INAH] de- cían que no era tan trascendente lo que habían encontrado […] es que se empieza a organizar la gente para manifestarse, buscar una soluci ón y no destruir los vestigios […] buscamos acerca- miento con autoridades municipales, donde nos atendieron, de ahí se propuso una visita al INAH, la delegación estatal, [donde] llevamos más de 600 o 700 firmas y nos acompañó la que en ese entonces era la presidente municipal. Ahí soli- citábamos que se respetara la zona, que no fuera ser destruida por la autopista, ahí fuimos atendi- dos por una tal Cienfuegos y nos dio una solución, la cual ¡nunca se cumplió! Montamos guardias, trámites legales, hicimos una demanda… Testimonio anónimo, Tlaltizapán, 2018 La visibilidad que los habitantes le dieron a la zona arqueológica de “La Mezquitera”, en los días cruciales para que la autopista siguiera su rumbo, fue elemento fundamental para detener el paso del proyecto durante dos semanas y bus- Fuente: http://conurbados.com/morelos/2015/07/page/13/
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