Número 60

4 nutrir nuestra reflexión editorial 1 . Como des- taca Ridao en general, vivimos un momento en que priva un régimen más profético que racio- nal, para el cual el advenimiento de la sociedad futura no debe ser obstaculizado ni siquiera por el sufrimiento; se gobierna para el ideal y no para los seres humanos. Una siniestra ilustra- ción de ello es en nuestro país la sistemática ani- quilación de diez mexicanas cada día, jóvenes, adultas, ancianas y niñas, mujeres de abajo en su mayoría; esa irrelevancia de los seres humanos desechables con sus sufrimientos desechables se expresa, a su vez, en lxs miles de mexicanxs desaparacidxs, desplazadxs por la violencia, el engaño, el hambre y el terror y otros horrores, lo que ha venido sucediendo in crescendo y de manera ininterrumpida. Por otra parte, como elemento constitutivo de este delirio profético, se dejan de lado las cues- tiones fundamentales y se presenta toda disi- dencia como conservadurismo o, lo que es peor, como traición. En ese marco de distorsión, el tema de la democracia se elimina por completo del debate político. De ahí la paradoja: quien conserva en lo básico el orden actual heredado de sus antecesores, y en sus filas a ciertos exponentes destacados del pro- ceso de degradación política de este país, acusa de “conservadurismo”, y quien se niega a escuchar las voces fundadas de la sensatez que disienten de la suya, lanza diatribas contra los “negacionistas”. El bloqueo de la actividad ciudadana creativa y pragmática a favor de las bien conocidas ma- niobras y bajezas de la política “profesional”, con su agenda y sus discursos, ha erosionado y mina la percepción de los problemas, embotando las alarmas y las perspectivas. Nunca antes había es- tado el país discutiendo una huelga nacional, no para imponer la dictadura del proletariado, sino en el reclamo esencial por la vida y la justicia, y como muestra de un proceso que no ha sido programado por la clase política en turno; nunca antes se había mostrado el duelo masivo como un argumento público y político: la tradicional 1 Ridao, José María (2002), La elección de la barbarie. Liberalismo frente a ciudadanía en la sociedad contemporánea. Barcelona: Tusquets. ... hay una voluntad auténtica de consulta, y de consulta expedita y solícita… pero a los poderosos... No se puede negar que está en marcha una campaña permanente de descrédito a la gestión gubernamental por parte de los damnificadores de siempre, quienes añoran lo previo y tienen el temor de ver afectados sus intereses, añoranza y temor sin fundamento, por cierto, precisamente porque no se perciben señales categóricas de ir verdaderamente a fondo en términos estructura- les. Ni la Independencia siempre pendiente, ni la Reforma, ni la Revolución, ni la gesta del Carde- nismo, ninguna de esas transformaciones pudo haberse dado vociferando con descalificaciones como metralla y a golpes de micrófono. Quien no escucha acaba militando contra sí mismo; corre el riesgo de creerse el elegido, cuando el costoso ejercicio electoral no fue por un individuo, sino por el interés supremo de una colectividad; quien sólo se escucha a sí mismo ni siquiera percibe el desconcierto de aquellos que se volcaron por años impulsando con determi- nación y tenacidad un proceso que sin embargo ahora muestra señales de equivocar las alianzas imprescindibles y de abonar a la continuidad, en alianza con los damnificadores de siempre. Así, sin duda es de relevancia denunciar y do- cumentar la gestación de un presidencialismo autocrático y su correlato no menos importante: el de la adscripción de las masas a ese delirio. Sin embargo, el momento de la aparición del número 60 del Volcán Insurgente está signado particular- mente por la violencia. Cabe aquí por ello recurrir al libro de José María Ridao, “La elección de la barbarie”, para

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