Número 61
20 L os equipos médicos que trabajan en los servicios de reanimación están actualmente en el frente de la esce- na, es normal. Sin embargo, el con- finamiento hace aparecer otros pro- blemas de cuidado alrededor de una paradoja: el cuidado de los otros consiste en privarlos de nuestra presencia. No reuniones familiares, no visitas a nuestros ancianos. Algunos asilos ha- bían adelantado las consignas de confinamiento, privando de una ayuda preciosa a los residentes del afecto de los suyos y a los cuidadores (as). Coronavirus: El cuidado no es la guerra Pascale Molinier Traducción del francés de María Grace Salamanca González Publicado originalmente en la revista Libération el 19 de marzo 2020 Reimpreso con autorización expresa de la autora Desde el lunes (16 de marzo 2020) en la tarde no hay excepciones a la regla sanitaria en Francia. El confinamiento de las personas de la tercera edad es visto como un bien desde el punto de vista del frenado de la epidemia y de la conges- tión de los servicios de cuidados intensivos, pero es, sin embargo, un mal desde el punto de vista de sus vidas. Este dilema es aún más cruel y an- gustiante cuando implica personas con la enfer- medad de Alzheimer particularmente sensibles a la pérdida de referentes. Con el riesgo de que lo que se pierda no será recuperado. Si los destro-
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