Número 61
26 ha sido cuestionado por su incapacidad de que sus costosas obras cubrieran las expectativas del con- junto de los habitantes; es decir, la distancia histó- rica ha evidenciado que sus políticas no tuvieron alcance en muchos de los perímetros urbanos e incluso que diversas urbes optaron por otros mé- todos. 14 El siglo XX consolidó el que la higiene se asociara al uso del agua. 15 Así, que en 1930 el Presidente del Consejo Municipal de Cuernavaca llamara a que la pobla- ción dejara de seguir arrojando basuras en la vía pública, nos conduce a reflexionar sobre la his- toria de la basura en esta ciudad. Sus declaracio- nes remiten a la capital del estado de Morelos, pero también a una extensión mucho mayor. Qué hacer con la basura, cómo procesarla o a quién consignarla, habla de las políticas y formas en que se han delineado y ordenado los territorios urbanos. La basura en Morelos es una de las pun- tas del “iceberg” que décadas después de que el Sr. Ferrer hiciera aquellas declaraciones, resul- tara ser Morelos, como parte de un extenso te- rritorio (constituido a raíz de los proyectos de descentralización propuestos durante la década de los ochenta del siglo XX 16 ), denominado “la corona de ciudades”; extensión geográfica de la que sólo mencionaremos que se conformó “por los estados de Puebla, Estado de México, Ciudad de México, Hidalgo, Tlaxcala y Morelos”. En el contexto de esa década se ubican varias 14 Es decir, hasta hace poco la historiografía consideró como uni- versal a ese sistema de limpieza. No obstante ni el ritmo ni el grado en que lo adoptaron los países–cuando lo asumieron- fue distinto. Suponer la recepción positiva de las estrategias, políticas y “cirugía urbana que articulaba circulación, servicios y monumentos”, o comparar al modelo hausmaniano y ubicar como homólogos del barón francés a los directivos de las distintas “capitales latinoamericanas” resulta insuficiente, en tanto los ritmos de difusión de aquellos saberes médicos y prácticos circularon a velocidades diferentes según países, regiones y tiempos en las urbes la- tinoamericanas y del Caribe. Arturo Almandoz, Modernización urbana en América Latina. De las grandes aldeas a las metrópolis masificadas , Santia- go-Chile, Fac. de Arquitectura, Instituto de Estudios Urbanos y Territoria- les, Colección Estudios Urbanos UC, 2013, p.79 15 “…proyecto de decreto referente a las condiciones que en toda la República debe llenar el agua destinada al consumo doméstico en las poblaciones, desde el punto de vista químico y bacteriológico, de acuerdo con lo que previene el Artículo 278 del Código Sanitario…precisa las con- diciones que debe tener un agua para ser potable…desde el punto de vista sanitario.” Memoria del Primer Congreso Nacional de Salubridad y Asisten- cia , Tomo I, México, 1948, p. 344 16 María Fernanda Tomasini Padilla, “El espacio como contenedor de relaciones de poder. Un estudio sobre Alpuyeca, Morelos”, Revista Bi- tácora Arquitectura , No. 38, 2018, P.86 Consultado 17/10/2019 http:// www.revistas.unam.mx/index.php/bitacora/issue/view/Poder políticas de salud pública en el estado. Que el Pe- riódico Oficial del Estado de Morelos destinara un apartado titulado “Sección de Higiene” 17 , forma parte de una política federal que era dirigida des- de el Departamento de Salubridad Pública. En su Sección de Propaganda y Educación Higiénicas se escribió sobre Paludismo, Higiene, Basureros, Abastecimiento de agua potable, instauración de Hospitales, Rastros, tareas del Departamento de Salubridad Pública, Códigos Sanitarios, etcétera. En una de sus secciones, titulada “La Basura”, se incluyó una larga exposición destinada a educar a la población con descripciones sobre el nocivo rol que los “desechos de nuestra alimentación y desperdicios de todas clases…así como el polvo” como causa de “olores nauseabundos”, “peligros y enfermedades”. Esa década también se forta- leció la pugna contra insectos, como las moscas que fueron señaladas “un serio peligro”, un “foco de infección, un manantial de enfermedades”. Esa década, que atendió particularmente a la pe- dagogía higiénica, recurrió a imágenes y ejem- plificaciones didácticas: las moscas son temibles porque “tienen predilección por pararse en toda clase de inmundicias, en las heridas supuradas, en los cadáveres de animales y aún de personas, pueden llevar en las patitas los microbios de en- 17 El Dr. Adolfo Arreguín era “Jefe de la Sección Editorial”, Cfr. Morelos Nuevo. Periódico Oficial del Estado de Morelos , Cuernavaca, Mor., 4ta época, 3 Julio de 1930, p.2 ... El pasado de los desechos, de la basura, es la narración de cómo las grandes ciudades construyeron sistemas para recolectar los desperdicios humanos...
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