Número 61
28 a las zonas rurales, a fin de evitar el “fecalismo” y los “pozos negros”. La información para More- los la hizo la “sección” encargada del Servicio de Sanidad, la cual se dividía en Delegaciones que hicieron diversas “campañas” para promover el uso de aquellos “modelos de fosas sépticas”; para prevenir contra enfermedades tropicales (como la oncocercosis); para promover la creación de Unidades sanitarias cooperativas, así como Ser- vicios de Higiene Rural y Brigadas Sanitarias. Eso fue parte de una política federal que se pro- puso recolectar los datos de un aspecto del que “poco se sabía.” 23 Para el Estado de Morelos lo que reportó la Memoria fue que se había “procurado instruir y educar” a la población “desde el punto de vista higiénico”, a fin de ver si era posible “nulificar sus costumbres inveteradas, tanto dentro de su hogar como en el seno de la sociedad en que vi- ven.” Para ello, se desarrolló “una intensa labor de propaganda higiénica” a fin de “instruir a los habitantes sobre las enfermedades endémicas que los diezman, recalcando los innumerables peligros a que exponen dichas enfermedades” 24 Los médicos consideraban que en Morelos la población tenía “costumbres inveteradas” y por ello era imprescindible educarlos. Esto sin duda se vinculaba a otra de las campañas de higiene pública que tomaron forma de pedagogía para ejemplificar y distinguir lo malo de lo sano: la campaña contra la uncinariasis. El Departamen- to de Salubridad la señaló como el “germen de la pereza”. Fue una enfermedad clasificada como “impedimento para la productividad en las re- giones semitropicales y tropicales”, entre las que se hallaba el estado de Morelos. 25 23 Memoria de las labores realizadas durante el año fiscal Julio de 1932 a Junio de 1933, México, imprenta del Departamento de Salubridad Pública, 1933 (El Dr. Alberto Jacqueminot estaba a cargo de la Unidad Sani- taria dependiente del Servicio de Higiene Rural de Cuernavaca), Idem, p. 178 24 Memoria de las labores realizadas durante el año fiscal Julio de 1932 a Junio de 1933, México, imprenta del Departamento de Salubridad Pública, 1933, p. 258 25 Anne-Emanuelle Birn, “‘Revolución nada más.’ La campaña de la Fundación Rockefeller contra la uncinariasis en México durante la déca- da de los años veinte”, en Curar, sanar y educar Enfermedad y sociedad en México, siglos XIX y XX , Claudia Agostoni (coordinación), México, Histó- ricas Digital, Universidad Nacional Autónoma de México Instituto de In- vestigaciones Históricas/ Benemérita Universidad Autónoma de Puebla Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades “Alfonso Vélez Pliego”, 2008, Esas epidemias fueron consideradas como “el exponente de la acción de la Ingeniería Sanitaria en el medio rural”, en donde la “contaminación e infección de suelos”, podría terminarse al em- plear los modelos de letrinas ofrecidas por Salu- bridad 26 . Su promoción explicaba que como las excretas humanas eran “la fuente de infestación” y medio de propagación de “las heces de personas infectadas” que al contacto con “la piel o boca” la adquirían, el objetivo era extinguir esos “vehícu- los” que por medio del fecalismo al aire libre con- taminaban el suelo, el agua o los alimentos con que insectos o roedores habían tenido contacto. Así, en la década de los treinta del siglo pasa- do, a la educación higiénica, se sumaba el abas- tecer diversos “modelos de fosas sépticas”, plan- tas de depuración biológica”, “excusados rurales” o “aljibes sanitarios” como productos derivados de aquel nuevo saber que fue estratégicamente integrado al currículo universitario y considera- do científico: la ingeniería sanitaria, a la que se le atribuyó el “saneamiento de suelos” 27 . Entre sus tareas estaba desinfectar los “suelos contamina- dos” y prevenirlos con “dispositivos adecuados” para la “eliminación de desechos humanos” que, “por tratarse generalmente de una tara rural”, im- plicaba “la construcción en grande escala de le- trinas sanitarias” sobre las que debía hacerse una “labor educativa y difusión cultural para garan- tizar los objetivos del saneamiento. 28 Estas cam- pañas fueron promovidas en folletines, libros, así como por medio de películas o cortometrajes. 29 pp. 258-259, Consultado 01/05/2019 http://www.historicas.unam.mx/ publicaciones/publicadigital/libros/ curar.sanar/494.html 26 “…Como alternativa al desalojo de excretas humanas, se han desarrollado los llamados baños secos, y que hay que diferenciarlos clara- mente de las letrinas comunes, donde las excretas se depositan directa- mente en un hoyo en el suelo.” David Carreño, Relaciones de sistemas de alcantarillado con cauces y barrancas en la ciudad de Cuernavaca, Morelos , “Cap. 4, Las barrancas como elementos de valor urbano-ambiental de la ciudad de Cuernavaca”, Tesis Facultad de Ingeniería, UNAM, Abril de 2011, p.91 Consultado 26/10/2019 http://www.ptolomeo.unam.mx: 8080/xmlui/bitstream/hand- le/132.248.52.100/391/A5.pdf?sequence=56 27 Y es aquí en donde resalta el vínculo de enajenación entre el hombre y el suelo; su materia tangible más cercana, su “naturaleza” que- dó en manos de la objetividad científica. Memoria de las labores realizadas durante el año fiscal Julio de 1932 a Junio de 1933, México, imprenta del Departamento de Salubridad Pública, 1933, pp. 206-207 28 Memoria de las labores realizadas durante el año fiscal Julio de 1932 a Junio de 1933, México, imprenta del Departamento de Salubridad Pública, 1933, pp. 207-208 29 Un ejemplo claro editado en la época es el Mensajero de Salud ,
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