Número 61
34 de las dinámicas, relaciones y argumentos a través de los cuales se fundan procesos civilizatorios. Bajo esta perspectiva, a través de este proceso de transformación primordial por el que se pro- ducen y reproducen las condiciones de existen- cia, se deben distinguir analíticamente los tipos de trabajo que al mismo tiempo son formas de valorización, para comprender en su hondura y contradicción las condiciones y racionalidades por las que se lleva a cabo la apropiación de lo natural para la satisfacción de las necesidades humanas. En términos generales, podemos dis- tinguir el trabajo vivo como potencia realizán- dose, que anima y dota de utilidad a aquel objeto condición y producto de una actividad anterior; el trabajo objetivado como resultado de la inte- racción y voluntad humana sobre el medio, es una actividad pretérita cristalizada como men- ciona Marx, concreción que al mismo tiempo es condición de existencia para el mismo proceso de trabajo. Esto se puede ejemplificar en las áreas de conservación que más allá de su decreto, for- man parte de los territorios de pueblos indígenas y campesinos quienes, a lo largo de un proceso de trabajo de largo aliento, de interacción sim- biótica con la naturaleza, objetivaron su práctica en la diversificación y conservación de los eco- sistemas. Y ahora, ese resultado, es expropiado y se ofrece como potencial turístico o biopros- pectivo; o se establecen proyectos extractivos en esos territorios, se explota la riqueza que brinda la tierra y los pobladores se convierten en asala- Algodón coyuchi en Pinotepa de Don Luis Oaxaca, 2006. Foto de la autora.
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