Número 61
46 ecológico, al respecto Boege refiere que: “para definir en el ámbito nacional los territorios ac- tuales de los pueblos indígenas, la aproximación etnolingüística es la que más recursos geográfi- cos-territoriales nos ofrece” (2008, 63). Otro elemento que nos permite reflexionar sobre la valorización del espacio y la configura- ción de territorialidades es la noción de diversi- dad biocultural que responde a: estrechos vínculos entre varios procesos de di- versificación y, específicamente, entre la diver- sidad biológica, genética, lingüística, cognitiva, agrícola y paisajística [conformando un] com- plejo biológico-cultural originado históricamen- te y que es producto de los miles de años de interacción entre las culturas y sus ambientes naturales (Toledo y Barrera 2008, 25). Esta propuesta pone de relieve la relación me- tabólica sociedad- naturaleza que tienen las co- munidades indígenas y que abarca prácticas pro- ductivas y conocimientos tradicionales que han asegurado por años la preservación y diversifi- cación biológica. De esta forma, la supervivencia de los pueblos indígenas basada en la agricultura se relaciona con el uso de ecosistemas a través de estrategias agrícolas (selección artificial, domes- ticación, técnicas de bajo riesgo, etc.) basadas en la diversidad biológica para satisfacer sus necesi- dades. Por lo tanto, uno de los componentes para Pintura rupestre en Santa María de Cuevas, Chihuahua, 2007. Foto de la autora.
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