Número 64

16 El Memorial de la Hambruna . Dublín, Irlanda. Foto de Ron Cogswell chubascos. Pero en la noche del 27 y 28 de agos- to, un masivo pulso de frío polar promovió la he- lada que mató a toda planta de maíz en el centro y oeste mexicano, esto fue seguido por una se- cuencia de días granizados y de noches de tem- peraturas muy bajas, condiciones que persistie- ron hasta los primeros días de septiembre. Hielo y nieve estuvieron presentes en altitudes donde raramente habían estado antes. Le llamaron “la Pequeña Glaciación” [Cahuich, op.cit: 91-92]. En México, en general, en la segunda mitad del siglo XVIII, hubo varias crisis agrícolas, in- cluso llamadas la “Gran Hambre” con la clásica secuela de escasez de alimento, hambre, enfer- medad y muerte [Humboldt, 1991] Éste también escribió que las enfermedades como las virue- las, el matlazahuatl y “sobre todo el hambre” de- tenían el progreso y que en 1784 murieron más de 300 000 personas en la Nueva España [Hum- boldt, op. cit .] Incluso, la revolución de independencia fue precedida por una sucesión de sequías, malas cosechas y crisis agrícolas que culminó en una oleada de altos precios que agudizó la carestía, el hambre y la desesperación. Otro caso de hambruna generalizada se dio en la entonces Unión Soviética, en 1921-22: …en las zonas del Volga, las inmediaciones de los Urales, el Cáucaso, Crimea y una parte de Ucrania, un territorio equivalente al de Francia, Bélgica y Holanda juntas, una terrible sequía destruyó los sembradíos. Los granjeros del país dejaron de proveer granos a la población y, más grave aún, tampoco pudieron recoger semilla para la siembra [Monteon, 2011: 73] Hacia el invierno de 1921 y la primavera de 1922, el hambre se extendió a la cuarta parte de la pobla- ción. Particularmente grave fue la situación en la región del Volga. Se calcula que alrededor de cinco millones de habitantes murieron a consecuencia del grave siniestro” [Monteon, op. cit: 74].

RkJQdWJsaXNoZXIy MTA3MTQ=