Número 64
25 blemente en un mundo virtual, suscripciones, software, recomendaciones e inclusive tener valor concreto como depósito de dinero en una cuenta bancaria. 9 Con esta patente de extractivismo basada en la biometría y otros proyectos para construir un ciborg en su haber —a saber, el implante de mi- crochip de control de natalidad y las cápsulas implantables de registro de vacunación de pun- tos cuánticos que está desarrollando el MIT, y el ID2020, que forma parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU — Bill Gates podría ser el biohacker cibernético más prolí- fico del planeta. A esto hay que añadir que en Estados Unidos parece haber apoyo bipartidista para instalar a Bill Gates al frente de la Organi- zación Mundial de la Salud. Burrowes cita el importante ensayo The Pan- demic Is a Consequence of the War Against Life 10 de la física, defensora del mundo natural y de la agricultura sostenible Vandana Shiva, que en su parte medular explica por qué la patente mun- dial concedida por la Organización Mundial de Propiedad Intelectual a Microsoft (es decir, a Gates) le otorga un poder extraordinario sobre nuestras vidas, “nos roba nuestra humanidad profunda... la patente está cambiando radical- mente el significado de ser humano: - Nos define como ‘minas’ de datos al robar- nos nuestra autonomía, nuestra soberanía y el control de nuestras mentes y cuerpos. - Está borrando nuestra humanidad, como se- res vivos soberanos, espirituales, inteligentes, que tomamos nuestras decisiones y elecciones con la sabiduría y valores éticos con relación a los efectos de nuestras acciones en el mundo na- tural y social del cual somos parte, y a los cuales estamos indisolublemente relacionados. - Estamos siendo reducidos a ser ‘usuarios’ de tareas asignadas a nosotros por una megamá- quina digital extractiva. Un ‘usuario’ es un con- sumidor sin posibilidad de elegir en el imperio 9 Véase “La patente de criptomoneda de Bill Gates nos acerca más a la sociedad distópica y la marca de la bestia”. https://tinyurl.com/3h7ehasu 10 Shiva, Vandana. The Pandemic Is a Consequence of the War Against Life. https://tinyurl.com/2839syte digital. La creatividad humana y la consciencia desaparecen en el mundo imaginado en la pa- tente 1. wo2020060606. “ Como ejemplo de lo segundo, el de la covid-19 como pretexto y justificación para disparar un proceso planetario de reestructuración social y política, Burrowes cita a Michael Chussudovsky: Lo que sucede no tiene precedente en la histo- ria humana. Se despliega una nueva etapa del desenvolvimiento del capitalismo global... Los gobiernos nacionales pasan a subordinarse a la “gobernanza global”; este escenario impone una agenda totalitaria de aceptación de inge- niería social y económica (que) consiste en el “desguazamiento” de la autodeterminación na- cional y en la construcción de un nexo mundial de regímenes pro Estados Unidos, controlados por una “soberanía supranacional” (gobierno mundial) formado por las principales institu- ciones financieras, los súper ricos y sus funda- ciones filantrópicas. La crisis covid-19 redefine el paisaje de la es- tructura económica global. Seamos claros, esta es una agenda imperial. ¿Qué quieren las élites mundiales? ¿Privatizar al Estado? ¿Ser dueñas y privatizar todo el planeta? Con la crisis de la covid-19 se aceleran, inten- cionalmente o no, lo que Burrowers identifica cuatro trayectorias hacia la extinción humana. La primera es la posibilidad de una guerra nu- clear, con base en la derogación de los acuerdos entre las potencias nucleares que controlaban la producción de armamento atómico y de sus pruebas, que se concreta en el adelanto de las manecillas de Reloj del Apocalipsis a 100 segun- dos antes de la medianoche. 11 11 El Bulletin of Atomic Scientists no sólo identifica a la cuestión nuclear bélica como el factor que dispara las alarmas y causa el adelanto del Reloj; cuentan también la deficiente actuación de los gobiernos para copar el ca- lentamiento global y para enfrentar la pandemia: ”La pandemia reveló cuán poco preparados y poco dispuestos están los países y el sistema internacio- nal para manejar adecuadamente las emergencias globales. En esta época de auténtica crisis, los gobiernos abdicaron con demasiada frecuencia de su responsabilidad, ignoraron los consejos científicos, no cooperaron ni se comunicaron de manera eficaz y, en consecuencia, no protegieron la salud y el bienestar de sus ciudadanos.” Otro factor de alarma son las tecnologías disruptivas, lo que se expresa en la infodemia de desinformación e infor- mación de mala calidad que rodea a la covid-19, causando la desconfianza tanto en las instituciones como en los medios de comunicación, y de esa
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