Número 64
27 diestra, por otra parte, en aprovechar las preca- riedades y momentos de zozobra para deslizar proyectos autodañinos. Es urgente ponerla a trabajar a todo vapor para idear las formas con- certadas de contener las amenazas que tenemos encima. Se ha citado a Noam Chomsky, que con- sidera que este momento es de definir si nuestra especie sobrevivirá de alguna forma reconoci- ble tanto por la dinámica acelerada de desmon- tar las instituciones civilizatorias como por la agresión al medio ambiente. Otro estaduniden- se humanista, el astrofísico Carl Sagan, hace 40 años adelantó en su libro Cosmos advertencias sobre nuestro presente que deben recuperarse. Enfrentados con una alternativa tan inquietante, nos sentimos tentados continuamente a minimizar la gravedad del problema, de afirmar que quienes se inquietan por el Día del Juicio son unos alarmis- tas; de asegurar que los cambios fundamentales en nuestras instituciones no son prácticos o están en contra de la “naturaleza humana”. Tenemos que educar a nuestros gobiernos. Te- nemos que estar dispuestos a desafiar valiente- mente la sabiduría convencional social, política, económica y religiosa. No hay duda que estos pa- sos son difíciles, pero como replicó Einstein a sus cuestionadores... “¿qué otra alternativa hay?” La ciencia no es perfecta. Puede abusarse de ella. Es sólo una herramienta. Pero es con mucho la mejor herramienta de que disponemos, que se autocorrige, que sigue funcionando, que se apli- ca a todo. Tiene dos reglas. Primera: no hay ver- dades sagradas; todas las suposiciones se han de examinar críticamente; los argumentos de autori- dad carecen de valor. Segunda: hay que descartar o revisar todo lo que no cuadre con los hechos. El bienestar de nuestra civilización y de nuestra especie está en nuestras manos. Si no hablamos nosotros en nombre de la Tierra, ¿quién lo hará? Si no nos preocupamos nosotros de nuestra su- pervivencia, ¿quién lo hará? ... ¿Quién habla en nombre de la especie humana? Con el Programa para el Desarrollo del Istmo de Tehuantepec, o Corredor Transístmico, el gobierno ofrece esta región al capital como 'zona de sacrificio'. https://hablanlospueblos.org/index.html. Fotografía: Maya Goded
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