Número 64

54 ¿Qué entiende el presidente por neoliberalismo? Pablo Leal Vicencio L a llegada de un gobierno de izquierda en cualquier latitud implica el pro- blema de cargar tras de sí con expec- tativas y esperanzas que, con mucha seguridad, se verán sobrepasadas por el lento avance que, en el mejor de los casos, di- cho gobierno pueda lograr en el entramado de intereses privados, conflictos armados, poderes mediáticos y demás fuerzas que están diseñadas para oponerse a la democratización de la tierra, los recursos y los derechos. Frente a este desafío, hay un espectro de po- sibilidades que se extienden entre dos puntos y que se han visto manifiestos en gobiernos de mayor o menor tendencia progresista en todo el mundo: o bien los honestos esfuerzos por modi- 1 Zizek, S. (2011). Primero como tragedia, después como farsa . España: Akal. p . 8 ficar los esquemas de despojo promovidos por entidades internas o externas se ven abrumado- ramente golpeados por la agresiva resistencia de quienes viven de tal despojo, o bien, ya sea por ingenuidad, por ignorancia, por cumplimiento de favores, falta de voluntad o falta de respuestas respecto a problemas urgentes, estos gobiernos, que han sido arropados en sus nuevos puestos con tan grandes muestras de apoyo, terminan por ejercer una política demasiado parecida a la de sus antecesores, sin rumbo claro, sin plani- ficación a largo plazo y sin saber cuáles son los problemas a atender. Y así, el campo de acción que estaba a su alcance para modificar aspec- tos críticos de justicia social y ambiental, y cuyo abordaje era con ansias esperado por quienes les llevaron al poder, termina por desvanecerse con enorme decepción y rapidez. ¿Está la izquierda predestinada a continuar desempeñando el papel de aquellos que convencen, pero, a pesar de todo, siguen perdiendo (y que son especialmente convincentes en explicar retroactivamente las razones de su propio fracaso)? — Slavoj Žižek 1

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