Número 70

35 con imágenes en movimiento. En una conferencia Marey habló de uno de ellos, Boleslav Matuszewski, que proponía hacer de las películas una «nueva fuente de la historia». Marey se refirió a una carta de Matuszewski en la que le expuso su entusiasmo por la cronofotografía: …le entristece ver a la cronofotografía restringida sólo a la diversión del público y, muy justamente, solicita que se convierta en un subsidio útil para toda enseñanza científica pero todavía va más allá. Ve la invención que lo apasiona convertida en divulgadora de procesos industriales, propagandista de buenos métodos agrícolas y, en general, como vehículo para todo aprendizaje. El señor Matuszewski quiere también que la cronofotografía estudie y reproduzca los diversos fenómenos de las enfermedades nerviosas, evite la repetición de vivisecciones, filmando los experimentos de una vez por todas, para presentar a los aspirantes a cirujanos los modelos de operaciones soberbiamente ejecutadas por maestros. Espera que la cronofotografía sea considerada una de las fuentes más seguras de la historia, y pide que en todas las circunstancias en las cuales se pueda suponer una importancia histórica, sea llamado un cronofotografista oficial, así como se llama a un taquígrafo dónde se tuvieran que pronunciar palabras importantes. Propone la creación de depósitos de cinematogramas documentales, análogos a las bibliotecas y a los archivos.22 Matuszewski, ciudadano polaco residente en París, era un personaje oscuro cuando Tosi escribió El cine antes de Lumiere; hoy se sabe un poco más de él. Su entusiasmo se origina en la práctica fotográfica profesional y de realización de documentales. Marey lo toma un poco a la ligera, como en general le sucedió a Matuszewski en otros ámbitos relacionados con la fotografía y el naciente cinematógrafo. Hoy sus textos forman parte de la historia del cine, que en su desarrollo ha hecho realidad algunas de las ideas de Matuszewski, como la de la integración del documental a la enseñanza-aprendizaje y la presencia de las cámaras en eventos históricos trascendentes; en su publicación Una nueva fuente para la historia (creación de un depósito de cinematografía histórica),1898, llama a considerar a las películas una nueva fuente para la historia y, por tanto, a construir lugares especializados para preservarlas y consultarlas. Justamente uno de esos «depósitos de cinematogramas» proyectados en su imaginación, la Filmoteca de la Universidad Nacional Autónoma de México, publica los documentales y el libro de Tosi.23 22 Tosi, El cine antes de Lumiere 23 En 1900, como probable resultado de la proyección de las películas de Marey y quizá por su misma iniciativa, el Congreso Etnológico internacional, reunido en París, aprobó un documento que decía: Todos los museos de antropología debieran agregar archivos cinematográficos idóneos a sus Vistas generales de los terrenos y de la construcción de las instalaciones adecuadas para la toma de las series fotográficas de Muybridge

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