17, Enero de 2013

Voces de la resistencia mapuche: Lonko Juana Calfunao y Pablo Lenguaraz

Carta Abierta de Lonko Juana Calfunao al Presidente Chileno Sebastian Piñera

Wallmapu, 5 de enero de 2013

Sr. Presidente;

En mi calidad de autoridad tradicional, quiero expresar mis condolencias a los familiares de Luchsinger Lemp y su esposa Vivian McKay quienes resultaron con serios daños tanto materiales como pérdidas humanas. Dichos hechos ocurridos en vilcun, que antes de conocerse a sus autores, se lo han atribuido de forma inmediata a los mapuche. Nosotros los mapuche, somos los primeros en repudiar, la violencia, ya que hemos vivido este trato inhumano por casi 130 años.

Mi comunidad, mi familia y yo personalmente he sufrido numerosos atentados de esa naturaleza; elementos desconocidos quemaron tres veces mi casa; en uno de estos incendios encontramos calcinados los restos de mi tío Basilio Coñonao. Sin embargo, cuando somos los mapuches los afectados, y la injusticia de haber sido objeto de este tipo de violencia, debemos lamentar la insensibilidad de las autoridades y la indolencia de los medios de comunicación. En estos casos, como el mío propio, no existen visitas del Presidente chileno, ni de sus Ministros y Parlamentarios ni se decreta el estado de sitio y mucho menos se les aplica a los autores la ley antiterrorista. No obstante, tenemos que seguir escuchando de las autoridades políticas de Chile que  existe “igualdad ante la ley”. Esta falta de igualdad ante hechos tan lamentables como los sucedidos a la familia Luchsinger, una vez más esto nos confirma que los tribunales no son independientes, las autoridades políticas tratan con un racismo judicial marcado una notada deferencia a nuestro pueblo. Como usted, Sr. Piñera, ha podido comprobar los mapuches no tenemos problemas a la hora de rechazar y condenar estos hechos tan lamentables como es el incendio ocurrido en Vilcun.

Usted debería reflexionar, sobre las torturas que la policía me infligió y que me provocaron un aborto quedando sin condena a los culpables; ¿por qué quedaron impunes los innumerables allanamientos arbitrarios a las casas de nuestras comunidades? El robo de dineros, la incautación de herramientas de trabajo y de aparatos de comunicación que nunca fueron devueltos? Todo ello me hace pensar que la policía no está al servicio de la sociedad y que para nosotros los mapuches no es garantía de seguridad y protección como debería serlo en un estado de derecho y régimen democrático.

Sin embargo, estos hechos han sucedido en un clima de violencia y confrontación de las autoridades políticas chilenas no pueden eludir su responsabilidad debido a la incapacidad política para solucionar el conflicto que se vive en nuestro Wallmapu. No debemos olvidar que los hechos mencionados han ocurrido en el contexto territorial de numerosas comunidades que luchamos por la restitución de nuestras tierras que injustamente nos fueron arrebatadas en el pasado, cuyo problema las autoridades chilenas no dan una solución satisfactoria que reduzca la pobreza que sufrimos los habitantes de dichas comunidades. Del mismo modo, también tenemos que tener en cuenta que los hechos han ocurrido en el quinto aniversario de la muerte de nuestro querido lamngien (hermano) Matías Catrileo, asesinado violentamente por la espalda y cuyos autores disfrutan de la más completa impunidad.

Las movilizaciones de nuestras comunidades mapuches, que van en aumento, se deben a la falta de justicia y al rechazo a cualquier tipo de dialogo productivo sobre la restitución de nuestro territorio. A ello hay que añadir la terrible injusticia que originó la anexión ilegal de nuestra Nación Mapuche a la jurisdicción del estado chileno hace 130 años, lo cual causó el empobrecimiento crónico que venimos sufriendo las comunidades desde entonces. Esta anexión ilegal nos quiso arrebatar nuestra identidad nacional y nos condenó a una vida sin dignidad que nos ha dejado en la total indefensión, criminalización y judicialización de nuestras demandas, por parte del estado chileno.

Nuestras protestas por un tratamiento más justo son criminalizadas, dando lugar a que se cometan las más atroces violaciones a los derechos humanos. Mi propio caso de nuevo sirve para ejemplarizar el trato injusto que sufrimos los mapuche. Por protestar por el no pago de un trazado usurpado por la MOP (ministerio de obras públicas) y Frontel, fui objeto de una implacable persecución política; fui acusada de atentar contra la autoridad y estuve cuatro años encarcelada junto a toda mi familia. Me aplicaron una ley retroactiva al extremo de que mi hija menor tuvo que ser enviada al exilio por la falta de seguridad.

Comparto el dolor de las familias mapuches que nunca encontraron justicia por sus seres queridos asesinados por la policía chilena. A la vida de nosotros los  mapuche no se le da  el valor y significado que se le da a la vida de un winka (chileno), una mención especial a mis Hermanos asesinados;

Matías Valentín Catrileo Quezada (2008), Julio Alberto Huentecura Llancaleo (2004), Xenón Alfonso Díaz Necul (10-05-2005), José Huenante Huenante (16 años, detenido por la policía y luego desaparecido), Juan Collihuin Catril  (Agosto 2006, 71 años), Johnny Cariqueo Yañez (2008). Jaime Facundo Mendoza Collío (julio-agosto 2009) José Marcelo Toro Ñanco, 35 años (noviembre 2009).

Sr.  Piñera, el mundo es testigo de las injusticias que su gobierno y el estado chileno cometen y han venido cometiendo durante estos 130 años. Como autoridad de mi pueblo no puedo dejar de mencionar estas injusticias porque yo las he vivido personalmente, y aún las vivo.

Como Autoridad Tradicional (Lonko) le exijo, que termine con la persecución política y los allanamientos; que se termine con el hostigamiento hacia las comunidades que se encuentran cercadas por la policía, que se tenga consideración con las madres mapuches que sufren la represión cotidiana, con los jóvenes heridos y detenidos y con los niños traumatizados por la violencia policial. Exigimos una solución urgente a la situación de los detenidos que están en huelga de hambre porque no se les respetó el debido proceso. También es inaceptable que nuestros hermanos detenidos mapuche sufran largas medidas cautelares en la cárcel hasta que se compruebe su inocencia, como ha sucedido a miembros de mi grupo familiar y a muchos otras autoridades y miembros de mi pueblo  Mapuche, a pesar de lo injusto de sus detenciones, jamás han tenido ni la más mínima reparación o compensación por la desarticulación de la familia, por los daños económicos, físicos y psicológicos.

Como usted ha podido comprobar, los mapuche tenemos razones fundadas para desconfiar de la buena fe de su gobierno y de los anteriores. Mañana 6 de enero, fecha en que los mapuche conmemoramos el establecimiento de la frontera en 1641 y nuestra independencia que el estado chileno opto por ignorar hace 130 años atrás, desde entonces todos los gobiernos han eludido su responsabilidad de tratarnos con igualdad y justicia. Nos sentimos excluidos del derecho y víctimas de una política que nos ha tratado de erradicar como pueblo para asimilarnos y hacernos desaparecer. Este es uno de los principales motivos por lo cual los mapuches no nos sentimos identificados con su país. Sin lugar a duda, es indispensable, Sr. Piñera, tener voluntad política para solucionar el conflicto y conseguir la paz social, que los mapuches tanto deseamos, y que termine de una vez con este clima de militarización de nuestro territorio y enfrentamientos que lamentablemente ya ha costado la vida a demasiadas personas  Mapuches y  Chilenos.

Atentamente…

Lonko Juana Calfunao Paillalef

Comunidad Juan Paillalef

Sector Curaco Camino Lago Colico

Territorio de la Nación Mapuche

 

 

Carta a la presidenta de la Nación de Pablo Lenguaraz, de la comunidad Qompi Naqona’a

El Lenguaraz Pablo Denardi, de la comunidad Qompi Naqona'a de Villa Río Bermejito, el Impenetrable, Chaco, el 10 de enero redactó la siguiente carta a la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner:

Le escribo en nombre de los que si le escriben, son perseguidos o asesinados.

Perdone usted se le moleste, nuestra playa recibe muertos, mientras que usted en algún puerto recibe un imponente barco. Hace 500 años recibimos también a muchos hombres de blanco, que hablaban bien como usted, y como usted también hablaban mucho.

Hace ya tiempo nuestros hermanos acamparon enfrente de su casa, la de color Rosa, acamparon hermanos a los que se les quemó la casa, a los que se los golpeó y mató. Usted no nos recibió, seguramente debía llegar algún otro barco, o quizás algún actor importante había acaparado su atención.

Queremos sepa nos siguen matando, queremos sepa seguimos sufriendo. Jorgelina, la hija de Félix tiene miedo de ir a la escuela, varios ancianos portan secuelas por los golpes dados aquel día de lluvia en la ruta.

Andrés Silva murió por negligencia médica, Galván flotó en el río el 23 de enero de 2012, Imber apareció en la playa este pasado sábado 5 de enero de 2013, y este miércoles 10 de enero Pablo Asijak enterró a su hijo.

Celestina y un bebé de diez meses, en sueños aparecen y nos hacen doler el alma. La joven violada en Espinillo sigue adoleciendo por la injusticia cometida.

Y yo un lenguaraz, que tiene su color de piel, odia tener que ver todo este dolor que lo rodea. Quisiera que viera los ojos estos que veo en los rostros de los que hoy son mis hermanos. Quisiera al menos no 6 ni 7 ni 8, sino tan solo una vez usted pueda mirar a los ojos a nuestra comunidad.

Le escribo porque aún creo en las palabras, y por ser uno de los pocos que en lengua castellana le puedo traducir el dolor que aquí se vive. Aquí no llegan los twiter, ni las teleconferencias, la vinchuca da vueltas por nuestro rancho, y esclavos de la lluvia, a veces de sed morimos.

Pero rendidos no estamos, y no es desde la lástima que le escribo. Sino desde el resisto diario con el que alimentamos nuestra lucha. Y aunque pocos escuchan, llegará el tiempo en que haremos una obligación el que nos preste sus oídos. Llegará el tiempo en que el río no nos traiga más dolor. Llegará el color del monte a florecer nuevamente.

Le escribe quien rodeado de muertes, persigue la esperanza de hacer renacer la vida. Lo más terrible se aprende enseguida, lo hermoso nos cuesta la vida.

Aiom nitogoñe kaika carcañipi qom, naroqshe pexaraiq.

Lenguaraz Pablo

Desde El Impenetrable, Chaco, 10 de enero de 2013