33, Septiembre-Octubre de 2014

Los flancos del volcán

En el volcán surgió como un espacio de análisis, reflexión y divulgación de las múltiples realidades sociales y culturales de la vida cotidiana del estado de Morelos, teniendo presente que éstas se encuentran vinculadas a otros factores como los modelos neoliberales y capitalistas. Los primeros ejemplares se publicaron en el año 2011 y desde entonces han circulado mensual y bimestralmente. 

Las publicaciones se sitúan y se entienden a partir de su contexto histórico, como señala Fernanda Beigel (2003:110) cada publicación «nos conecta de modo ejemplar, no sólo con las principales discusiones del campo intelectual de una época, sino también con los modos de legitimación de nuevas prácticas políticas y culturales».

El eje de partida de esta revista cultural es hacer evidentes y difundir las problemáticas no sólo locales sino también mundiales, que algunos sectores académicos han preferido mantener en silencio.

En este sentido, En el volcán se enmarca en un espacio político en el que se hace visible la preocupación por las formas de dominación cultural, de creencias, el arrebato de recursos naturales, patrimonios culturales, tangibles e intangibles, así como la usurpación que han hecho las transnacionales hacía los pueblos de América Latina y el mundo. Cabe señalar que durante estos tres años de circulación, también se han retomado textos literarios como los de José Emilio Pacheco y Juan Gelman[1], quienes a través de sus obras muestran una parte de la realidad mexicana y la dictadura argentina de los años setenta, respectivamente. Otro ejemplo son los textos que se han retomado de Carlos Pellicer y Cesar Vallejo[2], quienes en su trabajo muestran la lucha contra el capital minero.

Incluir textos literarios enriquece y permite observar que la poesía, la filosofía, la antropología, la historia, contribuyen al análisis, construcción y modificación de las realidades; a suscitar nuevos modos de pensar. 

La importancia del análisis académico permite ampliar la visión del mundo y de las repercusiones que traen consigo los megaproyectos en la vida de las comunidades. En términos de Eduardo Viveiros de Castro (2008, pág. 16) se trata de «llevar a serio el pensamiento del otro para darnos a nosotros mismos los instrumentos para construir teóricamente la autodeterminación ontológica del otro», es decir, observar las causas y consecuencias de los factores que modifican las formas de vida de las sociedades. Se trata de hacer algo más que un simple análisis teórico, se busca tener incidencia, ir más allá de las ideas.

Antonio Gramsci (1967, pág.29) señala que «el modo de ser del nuevo intelectual ya no puede consistir en la elocuencia, motora exterior y momentánea de los afectos y de las pasiones, sino en su participación activa en la vida práctica, como constructor, organizador, "persuasivo permanentemente"», que genere alternativas que permitan el bienestar y el respeto por los diversos mundos y pensamientos.

Por ello, en el número treinta y uno [[3]] de En el volcán se reafirma la línea de trabajo y pensamiento. Agregan al título el término Insurgente, que recuerda a la época en que surge la primera fuerza de seguidores en lucha por la independencia de la Nueva España de la metrópoli peninsular. Así mismo, es un concepto que permite hacer alusión a todo aquel que está en contra del poder, de las injusticias sociales y económicas por las que atraviesa nuestro país.  

Las diversas trincheras de ideas que han quedado plasmadas durante estos tres años de difusión, permiten hacer una clasificación de las temáticas que han tenido mayor número de lecturas. Se ubican a partir de dos grandes rangos: las asociadas a los movimientos sociales y problemas de despojo de tierras; y aquellas que se enmarcan en la cultura, tradiciones, costumbres e historia de Morelos.

Con respecto a los movimientos sociales, la solidaridad y muestras de apoyo no se han hecho esperar por parte del consejo editorial, quien mostró abiertamente su respaldo a los  jóvenes del movimiento Yo soy 132. Autores como Carmen García Bermejo[4] y Paul Hersch Martínez[5] han analizado las problemáticas del despojo de tierras a causa de los megaproyectos hídricos o las minas a cielo abierto en zonas indígenas, que  han ocasionado la expulsión de sus habitantes, así como impactos irreversibles en los ecosistemas.

Entre los casos más representativos están los del Cerro de San Pedro en San Luis Potosí por la canadiense Minera San Xavier; la minera La Esperanza Silver en el cerro El Jumil, municipio de Temixco, Morelos y la lucha del pueblo Huichol en Wirikuta. Algunos de estos territorios han sido concesionados a diversas empresas mineras. Estos ejemplos permiten dilucidar cómo las comunidades se encuentran en relación con un sistema más amplio, donde el consumo y la producción son lo importante, generalmente no se pregunta por las necesidades que tienen sus habitantes. 

Al respecto, Pablo González Casanova[6] señala que el capitalismo como modelo de acumulación y dominación ha entrado en crisis, ya no es una opción para resolver los problemas de desarrollo, por el contrario, sólo ha originado un aumento en sus políticas de acumulación a costa de las personas, su riqueza natural y cultural.

Las poblaciones inmersas voluntariamente a fuerzas en estos megaproyectos han presenciado las repercusiones de estos sistemas depredadores, que no sólo están asociadas a cuestiones materiales sino también a lo simbólico, a las tradiciones milenarias y su cosmovisión. Informar y analizar estas problemáticas permite comprender que la soberanía de los pueblos y su derecho a decidir son fundamentales para conservar sus formas de vida.

Otro rango de temáticas con mayor número de lecturas en la revista, es el de  las tradiciones y las artesanías. Éstas se vinculan con el primer rubro, partiendo de la idea de que cada una funciona como marcador cultural e histórico que al estar en contacto y relación con la «modernidad y el desarrollo» pueden cambiar, permanecer o incluso desaparecer.

Fernando Sánchez Martínez[7] señala que las artesanías forman parte del acervo patrimonial de una nación. Un ejemplo es el caso de los juguetes tradicionales, los cuales se pueden percibir como algo más que un objeto, porque es a partir de las relaciones y los requerimientos para su elaboración, que se aprecian como parte de un entramado de relaciones; que permiten la transmisión de  experiencias y conocimientos de una generación a otra, conformando así, la herencia cultural de los pueblos.

Sin embargo, cada vez se torna más complicado seguir elaborando este tipo de artesanía, porque sale más barato producir en serie o porque la mercadotecnia no deja lugar para que los artesanos difundan su mercancía, lo que ha dado paso a la producción en serie de juegos electrónicos y videojuegos. Con estos cambios, los niños modifican su relación con el entorno, antes tenían que conseguir el material o aprender a elaborar los juguetes, actualmente basta con ir comprarlos en la tienda más cercana. Lo precedente es una muestra de cómo el consumo es una herramienta que hace funcionar al sistema capitalista. 

Otro ejemplo de las transformaciones culturales se puede apreciar desde la arquitectura, Rafael Gutiérrez[8] en su estudio sobre el Cuexcomate (granero) expone que éste fue un elemento significativo para el cuidado del maíz, era común encontrarlo en las casas que se dedicaban a la agricultura. Sin embargo, al cambiar el sistema de producción agrícola por otras formas de empleo incorporado al urbanismo, se han dejado de elaborar y han pasado a ser objetos de museo y adorno.  

Los juguetes tradicionales y el cuexcomate ayudan a comprender el contexto en que se utilizaban, a su vez permiten comparar las formas de vida y necesidades de las sociedades en distintos tiempos. Es a través de estos análisis que se enriquece el conocimiento de nuestro entorno, con ello se busca «llevar a serio» el pensamiento, las  preocupaciones e inquietudes de las poblaciones que presencian estos cambios.

Los retos venideros para la revista serán difundir el conocimiento, haciendo de los artículos herramientas de pensamiento que lleven a disipar la apatía y la insolidaridad con las diversas luchas y problemáticas sociales; en cambio, sean puertas para ser la base del levantamiento de los pueblos, la defensa de sus territorios, tradiciones y costumbres.

 

Bibliografía

- Beigel, Fernanda. (2003). «Las revistas culturales como documentos de la historia latinoamericana». Utopía y Praxis Latinoamericana, enero-marzo, 105-115.

- Gramsci, Antonio. (1967) [1ed. 1963], La formación de los intelectuales, Grijalbo, México

- Viveiros De Castro, Eduardo. Entrevista realizada por Isabel Martínez Ramírez, Alejandro Fujigaki Lares y Denisse Salazar González, 21 de noviembre del 2008.

 


[1] Véase: «José Emilio Pacheco (1939-2014) y Juan Gelman (1930-2014): poetas de Nuestra América», En el Volcán, núm. 29, enero-febrero 2014, pp. 29-33.

[2] Véase: «La Lucha contra el capital depredador minero: Tres poemas y una canción», En el Volcán, núm. 11, julio de 2012, pp. 25-35.

[3] Véase: «Editorial: En el Volcán… Insurgente», En el Volcán Insurgente, núm. 31, mayo-junio de 2014, p. 2.

[4] Véase: «Megaproyectos hídricos y mineros. “Los pueblos indígenas vivimos despojo de nuestras tierras y una nueva colonización”», En el Volcán, núm. 20, abril 2013, pp. 25-32.

[5] Véase: «Agujeramos o agujeramos: los caminos para conseguir lo que se quiere. El caso de la Minera La Esperanza Silver en el cerro El Jumil, municipio de Temixco, Morelos», En el Volcán, núm. 18, febrero 2013, pp. 11-19.

[6] Véase: «Ecocidio: conocimiento y corporaciones», En el Volcán, núm. 19, marzo 2013, pp. 9-20.

[7] Véase: « Artesanías: una actividad ancestral », En el Volcán, núm. 3, noviembre 2011, pp. 12-16. 

Véase: « Juguetes tradicionales mexicanos», En el Volcán, núm. 5, enero 2012, pp. 41-43.

[8] Véase: « El cuexcomate », En el Volcán, núm. 4, diciembre 2011, pp. 32-35.