16, Diciembre de 2012

El Invitado, de Carlos Arcos Cabrera

 

 

Serán tal vez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.

Los Heraldos Negros, Cesar Vallejo

 

El Invitado es una novela escrita por Carlos Arcos Cabrera, publicada en 2007. Está situada en Perú, durante los años de la violencia desatada por Sendero Luminoso, las Fuerzas Armadas y los grupos paramilitares, el MRTA (Movimiento Revolucionario Tupac Amaru), así como por el gobierno de Alan García y Alberto Fujimori, quien diera el “autogolpe de 1992” cancelando el congreso y haciendo una serie de decretos que anteriormente no habían sido aprobados en el congreso.

El Invitado, es la historia de una familia, radicada en Lima, conformada por Felipe Sabogal, abogado titulado en “la Católica” (Pontificia Universidad Católica del Perú), por Carmen, psicóloga, esposa de Felipe, quien durante su carrera universitaria tuvo contacto con el movimiento feminista, y por último por Felipe hijo, quien se encuentra cursando el bachillerato. Otro personaje que será importante es Víctor Otiniano Llauri, quien trabaja dentro de una organización paramilitar.

Al leer la novela de Arcos Cabrera uno pensaría que, al ser una historia situada en el Perú, el autor sería peruano, pues está muy bien documentada, y hay  momentos en los que la ficción contada en esta novela fuese atravesada por la cruda realidad que vivió el Perú durante la década de los ochenta y noventa. Carlos Arcos Cabrera es ecuatoriano, radicó un tiempo en Chile, hasta el golpe de Estado a Allende en 1973, pasó por México en los años siguientes, estudió el posgrado en Sociología. Actualmente reside en el Ecuador, su patria natal.

La novela, está dividía en 16 capítulos, siendo los primeros extensos, pero no por ello cansados ni aburridos, al contrario, es uno de esos textos en los que es inevitable traer en la mente ciertas preguntas, conforme va avanzando la novela, ¿Qué será de la relación de Carmen y Felipe? ¿Volverán? ¿Felipe hijo tendrá sus primeros amores con la que tachan de puta? ¿Qué sucederá con Malena y Felipe? Y entonces, es inevitable dejar de leer, como si se quisiera devorar aquellas más de trescientas páginas en menos de un día, haciendo de el texto uno altamente recomendable por la narrativa, que a veces, si se está familiarizado con la literatura latinoamericana, podría estar ubicado en aquellos años fervientes, combativos, utópicos y también represivos y de dictaduras con golpes a la vuelta de la esquina (con todo y su primavera rota) como lo fueron los sesenta, setenta del siglo pasado.

Con un lenguaje sin tapujos, directo y erótico, el autor de Un Asunto de Familia (2005), se adentra en las historias, unidas, pero por circunstancias de la vida, ajenas, extrañas, con secretos, disfuncionales, tratando de compaginar, intentando retornar a un pasado de amor, de retomar la vida marital, como es el caso de Felipe y Carmen, o a una relación de padre e hijo y madre e hijo con Felipe hijo, quien al ver separados a sus padres, los ve ajenos, los saca de su vida, pues siente que ellos en cierta medida han hecho lo mismo con él, le han fallado.

El contexto es por demás violento, fugaz, tambaleante y sin certezas, como también lo es la novela, ya que logra dar un knockout literario con el final, mismo que el lector no espera, pocas novelas logran ese final no esperado, tradicional. El Perú en la década de los ochenta estaba marcado por la transición a la democracia, ya que salía de un gobierno militar de doce años. Se encuentra también con el Inicio de la Lucha Armada (ILA 80) como Sendero Luminoso la denominó. A medida que avanza la novela el lector puede también tener una parte de la vida nacional peruana. Los atentados de Sendero en todo el país, los secuestros perpetrados por los grupos paramilitares, desapariciones forzadas, la lucha por los derechos humanos, entre otros temas.

En los primeros capítulos el autor, nos da una introducción, una radiografía de los personajes principales, haciendo pequeños retrocesos cuando la ocasión lo amerita para poder entender el presente de cada uno de los personajes. Posteriormente nos encontramos ante el desarrollo de la vida de la familia Sabogal y el giro trágico de sus vidas, con la desaparición de Felipe padre, quien se encontraba trabajando sobre el caso de un grupo de mujeres de Apurímac, departamento serrano del Perú, y que estaba relacionado con Sendero Luminoso, dicho trabajo lo había aceptado a regañadientes. Felipe padre, de origen cajamarquino, militó de joven en la izquierda trotskista, militancia que fue dejando poco a poco mientras desarrollaba otras partes de su vida, la marital, la de padre y la de abogado.

Por su parte, Carmen, quien estudió psicología, de joven estuvo en el movimiento feminista peruano, que interpretaba desde la psicología marxista. Es en la Universidad donde conoce a Felipe, con quien sostiene una relación de noviazgo y posteriormente se casan al saber del embarazo de Carmen. Ella, de origen arequipeño, va dejando de lado la militancia y el feminismo, para dedicarse de lleno a la vida marital y maternal. En la relación con Felipe, el autor nos permite ver un poco el contexto latinoamericano, al narrar pasajes en donde la casa de la recién formada familia de Carmen y Felipe, funge como la casa por donde pasaban exiliados.[1]

Sobre Felipe hijo, su vida transcurre en el momento en que está por terminar el bachillerato, años antes está ante la separación de sus padres, debido a los amoríos extramaritales de Felipe padre con Antonella. Dicha separación no le es ajena, de ser la madre, Carmen, pasa a ser simplemente Carmen, lo mismo sucede con Felipe, el vínculo se rompe y transcurre así incluso posterior a la muerte de Felipe padre. El lector podrá conocer este personaje a través de la mirada de su diario, tarea que comienza debido a que la maestra de literatura pide a los alumnos comenzar con un diario y leer lo que plasman en dichos diarios. Su vida da un giro inesperado que lo lleva a tomar decisiones que repercuten de manera determinante en su futuro.

Sobre Víctor Otiniano Llauri no se sabe mucho de su pasado, irrumpe en la historia con el pasaje atroz del asesinato de los presos de la cárcel de Lurigancho, en donde se perpetró una masacre en contra de los senderistas presos; pasaje obscuro en la vida reciente de Perú y del gobierno de Alan García, que hasta hoy día no se tienen todas las pruebas, ni a todos los culpables detenidos.[2] Víctor trabaja en Casablanca, centro clandestino de detenciones en donde llegan “los invitados” nombre que alude a los capturados que son sometidos a torturas para así poder sacar información sobre los “terrucos” (senderistas) y los movimientos en defensa de los derechos humanos, pues según la perspectiva del Estado fungían como organización fachada de Sendero Luminoso.

El titulo de la novela, El Invitado, como ya mencionamos alude a los presos que llegaban a Casablanca, aquellos detenidos sin rostro, aquellos detenidos a los que les es robada su identidad, su cuerpo, su vida, y que se pretende ocultar su paso por dicho lugar, quedando una parte del Perú sin identidad, con un vacío por llenar, pero más que nada por esclarecer.

Haciendo otra lectura, el invitado no sólo es el detenido, puede ser también el lector, pues el autor, invita de la manera más extraordinaria, amena y fascinante a conocer más sobre la historia contemporánea del Perú, de la violencia desatada en los ochenta y noventa, hechos que aún después de dos décadas sigue siendo tema principal de la vida nacional peruana. Carlos Arcos Cabrera nos invita pues, a conocer la historia de una familia de tantas, que estuvieron en aquellos años difíciles en Perú, en donde la vida les cambió y marcó para siempre. Simplemente es un libro que no debe faltar para todo aquel peruanista, o latinoamericanista; a toda aquella persona que desee una buena novela, El Invitado es una buena introducción a la literatura latinoamericana, al Perú y su historia reciente.

 


[1] Nos parece importante destacar esto, ya que sería muy interesante un trabajo sobre la importancia que tuvo Perú durante las dictaduras del cono sur en los setenta y el paso de exiliados latinoamericanos por este país. Quizá uno de los casos más conocidos es el de Darcy Ribeiro, quien en su paso por Perú, fue asesor de Velasco Alvarado en cuestiones de educación.

[2] Si se quiere más información sobre el conflicto armado interno en Perú, un buen comienzo puede ser el Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, disponible en línea www.cvr.gob.pe