Número 4

35 bien logrado acerca del cuexcomate como objeto. Pero el Cuexcomate es algo más que un objeto es una reserva de vida con toda su tradición de lar- go tiempo. Considerando además que los artesa - nos de esa obra están en proceso de desaparición, en un proyecto de rescate y conservación, y que el maíz está desapareciendo como alimento, son necesarias otras visiones de esta necesidad, otra actualización y otra forma de entenderlo como un elemento cultural necesario satisfactor, mismo tiempo, de las necesidades del habitar actual. Tal vez el apoyo de algún arquitecto, de jun contador, de un ingeniero, de un historiador del arte, y otros harían factible la conservación de los testimonios construidos de la cultura. Sin embargo, el sistema educativo en que están inmersas estas profesio - nes, no alienta la solidaridad académica y profesio - nal, como tampoco permite el ejercicio profesional sin crear los monopolios. Una continuidad ausente Las comunidades de artesanos tocan a su fin; prime - ro porque los viejos artesanos están desapareciendo y que podrían continuar la tradición están modifican - do su forma de vivir, segundo, porque el maíz ha sido desplazado por la comida preparada y rápida para satisfacer la acelerada vida que este sistema comer - cial impone y tercero, porque la tierra se acorta y sus peligros se agrandan. Las artesanías, históricamente se fueron profesionalizando absorbida por la necesi - dad laboral del sistema. Las escuelas de arquitectura, diseño, urbanismo e ingeniería, serían las herederas de esta tradición, sin embargo, los clientes de estas profesiones tienen como modelos los sistemas em - presariales fuera del de quienes tienen necesidades semejantes, pero economías desiguales. El sistema social en que nos educamos, vivimos y ejercemos nuestro trabajo, tampoco lo permite. Hay una pérdida gradual de valores Cada día, se acorrala el uso del maíz porque los em - presarios necesitan las tierras para el ocio y la re - creación; porque el sistema empresarial, el turístico y el de servicios del Estado, necesitan las tierras de los campesinos como en otro tiempo lo hicieron las ha - ciendas para crear las grandes empresas azucareras. Por otro lado, las empresas han acelerado la vida la - boral para explotar la fuerza de trabajo proveyéndo - la de comida preparada que las empresas mediáticas masivas explotan en gran escala y con una estrate - gia eficiente de consumo, DEJANDO AL CAMPESINO AL MARGEN. Las tierras se han quedado sin fuerza de trabajo, el maíz ya no tiene tierra donde nacer y los futuros campesinos huyen hacia paraísos de es - puma. Las empresas extranjeras conquisten nuestra tierra, sus empresas explotan nuestra mano de obra y el maíz ya no es alimento humano; El estado crea distractores que ocultan las verdadera intenciones entreguistas en la que está profundamente inmerso el Patrimonio Histórico y Cultural. EPILOGO Uno de sus elementos más significativos de la cultura del maíz y del cuexcomate es su carácter simbólico. El maíz, como la vida, provienen de la tierra y a ella vuelve; en este proceso existe una teología y una li - turgia de las semejanzas entre lo divino y lo humano que daba como resultado una cultura de la vida; la incultura de esta filosofía impide las expresiones de esta cultura; por otro lado, los líderes civiles y los re - ligiosos están asociados a la economía nacional diri - gida por el Estado que, con manos libres, juega con la vida de nuestra sociedad. Sin formación de profesionales, sin medios de producción, sin necesidad del maíz y con un alto cos - to, la producción del cuexcomate, como la cultura devienen en innecesarias, con una subsistencia difícil y en proceso decadente convirtiéndolos en lujos fue - ra del alcance popular y objetos de museo. La vida, el cuexcomate y el maíz se han convertido en objetos de museo, desechables y con una vida reducida. Esta es la tarea que tenemos por delante: conocimiento, reflexión y acciones por el rescate de la vida simboli - zada en el CUEXCOMATE.

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